Una vez vista toda la serie live-action de "One Piece", puedo decir que definitivamente es algo que vale la pena. Ya seas un fan de hace tropecientos años como yo que quiere revivir algunos de los momentos más mágicos del principio de la franquicia como si, aprovechando la ocasión, deseas saltar al barco de Luffy y compañía porque no te apetece tener que ver más de 1000+ episodios de anime para ponerte al día. Justamente, estas dos persectivas han permitido a "One Piece" hacer historia.
Como una imagen vale más de mil palabras, os dejo con la siguiente captura de mano de NewWorldArtur, la cual introduce perfectamente el tópico del que me interesa hablar:
Puede que alguno se intuya ya de qué va la cosa, pero por si acaso:
Quién me iba a decir a mí que mi padre con sus buenos 60 años se iba a empezar a ver "One Piece" en algún momento, y todo gracias a esta adaptación live-action. Sinceramente, era todo cuanto deseaba del proyecto, porque obviamente desde hace años que somos tropecientos millones los que seguimos de cerca las historias de los Piratas de Sombrero de Paja, pero también hay gente que jamás le daría la oportunidad a un anime por simples gustos o costumbres. Así que lo dicho: por mucho más live-action que siga expandiendo a Luffy y compañía.
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