Primeras impresiones de Visions of Mana: mucho mejor de lo que esperaba

Momentos antes de sentarme frente a esa PS5 donde estaba ejecutándose Visions of Mana, no era consciente de la gran incultura que se me salía por las orejas como si me hubiera convertido en una fuente de desconocimiento. Principalmente porque pensaba que la saga Mana estaba compuesta de juegos con combates por turnos, así que imaginad cuál fue mi sorpresa cuando empecé la partida y comprobé que esto no era así.

Fue entonces cuando, antes de hacer el ridículo y levantarme de allí para comentar que todo debía tratarse de un error y que me habían puesto el juego que no era, decidí hacer una brevísima búsqueda por las redes para ver gameplay de anteriores entregas de la saga y percatarme de que, efectivamente, son JRPGs enfocados a la acción.

Desde ese momento y sonrojado ante la idea de que es imposible tener conocimientos de todas y cada una de las franquicias de videojuegos existentes, comencé a jugar esa demo de Visions of Mana durante algo más de una hora con el sentimiento de lo increíblemente bonito que es acercarte a un juego por primera vez sin saber absolutamente nada de él.

Cuando lo acabé y salí de allí corriendo para que no se me notase mucho el breve proceso de analfabetismo que atravesé durante el evento, me sorprendí a mi mismo volviendo a casa en el metro, sonriendo, y con un cómputo concreto de palabras rondándome la cabeza: Joder, ¿dónde ha estado esta saga toda mi vida?

Tan bonito que te llorarán los ojos

Qué hermoso es todo lo que aparece ante tus ojos cuando estás jugando a Visions of Mana. Qué colorida sucesión de imágenes cuyas intensas tonalidades se entrelazan entre sí para plasmar delante de ti algo que parece pintado con acuarelas. Y, si digo esto, es porque la impresión que genera el juego a nivel visual es mucho mayor cuando lo tienes funcionando delante que lo que se puede ver en los tráilers de él.

Qué increíblemente apropiado es su estilo artístico para acompañar el mood que se genera en las interacciones entre sus personajes y tú que eres quien los controla. Qué festival de brillos, trazos de luz en el aire y explosiones coloridas se genera cuando entras en combate. Qué sensación tan deliciosamente engañosa de hacerte pensar que estás dentro de un cuento de hadas cuando , en realidad, estás inmerso en una triste realidad repleta de preocupaciones cotidianas mientras sudas la gota gorda sin entender por qué narices hace casi 30 grados en marzo.

Un combate con ciertos giritos inesperados

Estamos ante uno de esos juegos donde el sistema de combate se caracteriza por ofrecer acción en tiempo real mezclada con un sistema de habilidades que gastan maná y que podremos usar en los enfrentamientos para sacar mucha ventaja a los enemigos. Lo mejor de todo es que cada personaje del grupo tiene las suyas y puedes hacer que ejerzan su propio rol dentro del equipo, pero lo que le da una verdadera capa de profundidad a los combates de Visions of Mana son las reliquias. Os explico de qué va la movida a continuación.

• Las reliquias son objetos con los que podremos cambiar el estilo de lucha de los miembros del equipo 👈
• De esta manera, una misma reliquia sirve para desbloquear clases diferentes en función de a quién se la asignemos ❗
• Por poner un ejemplo, si cogemos una reliquia de aire y se la ponemos a un personaje, este desbloqueará la clase del lancero, centrada en movimientos defensivos. Por otro lado, si cogemos esa misma reliquia y se la asignamos a otro miembro del equipo, este engendrará una clase en la que llevará dos dagas y se volverá mucho más rápido y agresivo 👈

En este mismo sentido, el sistema de combate de Visions of Mana está centrado en ofrecer un buen puñado de opciones diferentes, pero sin sacrificar sencillez; algo que provoca que puedas disfrutar de una nueva clase o de un miembro del equipo desde los primeros minutos en los que empiezas a usarlo.

Conclusión

Sencillo, accesible y bonito son los tres primeros adjetivos que emergieron de mi mente después del evento de prueba. Ahora bien; que estos sean los que surgieron es una muy buena señal, dado que os recuerdo que solo lo pude jugar durante una horita. Imaginad qué más cosas estará escondiendo uno de esos juegos que promete ser largo a rabiar, tal y como suele pasar con este tipo de JRPGs.

Quizás hayan sido unas impresiones breves, pero no quiero emborronar la muy buena sensación que me dejó el juego tratando de enfangarlo todo con palabras y sobreanálisis innecesarios. Sobre todo, porque al final del día me ha dejado con una actitud clara con respecto a él: me imagino jugando a este juego en veranito con un zumo bien frío sobre la mesa y con la ventana abierta para que entre el fresquito de la madrugada y se me saltan las lágrimas de la felicidad. Os lo juro.