Aunque en los últimos años la tónica está cambiando, el género de caza en los videojuegos no está muy expandido. Además, casi todas las propuestas se habían quedado en PC, dejándonos a los jugadores de consola sin la posibilidad de practicar esta actividad en el formato de videojuegos. Dejando de lado la posible cuestión ética que hay tras este género, hoy vamos a hablar de Hunting Simulator, el título de Big Ben Interactive que ha llegado hace unas semanas a PlayStation 4, Xbox One y PC, y que hemos tenido la oportunidad de probar. Un título que se queda a medio camino entre la superproducción (con un apartado gráfico bastante potente) y el fracaso (bugs técnicos que empañan la experiencia, y jugabilidad algo anodina).
Ya hemos tenido juegos en este sentido que se quedaban a medio gas durante 2017. Uno parecido en mecánica, que no en el fondo, es Sniper Ghost Warrior 3: un juego que recibió libertad pero, en cambio, no supo aprovecharla correctamente. Hunting Simulator, dentro del juego que es y de sus posibilidades en la cacería, no es un suspenso, pero tampoco es un notable. ¿Queréis saber más? Os dejamos a continuación con el análisis.
Este análisis puede ir de comparaciones, pero si bien a veces no son necesarias, ayudan a explicar las sensaciones generales al coger un videojuego. El modo campaña de Hunting Simulator reúne más de 100 misiones diferentes alrededor de los mapas que hay en el videojuego (superan la decena). La cifra es extensa, pero cuando un videojuego dice: "basta", es que no importa la cantidad, sino la calidad. Ocurre algo parecido en Ghost Recon Wildlands: sus más de cien misiones a veces daban la sensación de longitud artificial, pero aquí esto se expande con unas misiones idénticas en las que solo cambia el terreno.
¿En qué residen las variaciones? Cada misión propone un reto distinto: a veces, tendremos que acabar con nuestro objetivo a una distancia variable, y otras, de una forma concreta. El problema es que no deja de ser una variación de una misma acción: la caza. Quizás el error no es tan error, y simplemente sea una derivación de la propia práctica real, pero el jugador espera mucho más de un modo campaña aburrido y en el que simplemente andamos por territorios algo extensos hasta dar con nuestra presa. ¿La duración? Yendo al grano, unas 6 horas. Y la variedad de escenarios es bastante extensa, cada una de las doce localizaciones con sus propias especies animales que se enseñan al empezar cada una de ellas.
Las misiones, al ser completadas, reciben una puntuación que depende de varios factores. el tamaño de la víctima, los golpes vitales (es decir, si como ocurre en Sniper Elite, hemos dañado a la víctima en una zona marcada como tal) y la distancia. Por lo que podemos repetir la misión para mejorar nuestra puntuación. Además, cada uno de estos objetivos tiene diferentes niveles de dificultad y es cierto que se observa una cierta progresión. Por último, si elegimos entre las diferentes armas disponibles, podemos probar a usarlas unas y otras en estas misiones para comprobar cuál es la más eficaz, y con cuál tenemos más puntuación. Es quizás, todo esto, lo que hace a Hunting Simulator un juego bastante coherente consigo mismo: tiene un público determinado y lo sabe, por lo que los conocidos en estas prácticas quizás encuentren motivos de peso al jugar.
No todo es tan encorsetado como la campaña, pese a que te de cierta libertad. El modo libre es quizás el preferido de los fans a la caza, puesto que te da toda la libertad para recorrer parajes extensos como quieras, elegir a tus presas en tiempo real, y olvidarte de objetivos que, al fin y al cabo, sirven casi de tutoriales.
Otro elemento interesante pertenece al online: tendremos tablas de clasificación (muy poco pobladas de momento puesto que no hay muchos jugadores) que permitirán colocarnos en los primeros puestos si somos lo suficientemente habilidosos. Además, permite compararte a nivel mundial, con tus propias puntuaciones o con tus amigos. Por lo tanto, ese componente de progresión sigue estando disponible gracias a un elemento que se ve esencial.
El modo multijugador permite cazar con gente conocida, y os recomendamos que sean amigos reales y en conexión a tiempo real, puesto que sino, las batidas de caza pueden hacerse tediosas al ir cada uno de los jugadores "a su bola". No hemos podido probarlo con gente conocida, la verdad, pero se nos hace esencial precisamente por esa sensación de soledad que produce cazar con gente con la que no puedes entablar estrategias.
En cuanto a la selección de territorios, hay algunos más inspirados que otros: mientras que en el desierto estás más expuesto, en otros como las montañas o las colinas tienes más posibilidades de estar oculto ante tu presa: esto, unido a la variedad de armas disponibles, provoca que el jugador se enfrente en tiempo real a la decisión de cómo afrontar el siguiente paso. A pesar de que, por tanto, estemos ante un juego bastante lineal en cuanto a contenido, si el jugador lo desea tiene múltiples posibilidades que hacen de Hunting Simulator como mínimo una apuesta interesante.
La utilización de un motor como Unreal Engine 4 supone siempre un seguro de vida para las producciones: hay numerosos casos en los que su utilización ha dado buenos resultados. En cambio, en Hunting Simulator vemos cómo no luce todo lo bien que pudiera: lo primero, molesta, y mucho, la escasa distancia de dibujado que hay en un título que, de primeras, no tiene texturas muy trabajadas, ni detalles muy laboriosos. Los árboles, al acercarse, parecen de papel; el agua y su textura, es bastante plana; se salva la vegetación como la hierba o las copas de los árboles, y la ambientación desértica que observamos en una de las zonas.
El apartado artístico es bastante pobre, dejando ver que no se ha pensado en cómo hacer zonas atractivas sin perder un atisbo de realismo. Y técnicamente, hay bajadas de frames y bugs en algunos puntos. En cambio, sonoramente el título cumple en los ruidos ambientales, aunque no pasa del aprobado en cuanto al sonido de las armas. No se nota la diferencia entre un rifle y otro tipo de arma, por ejemplo.
Muchos jugadores están sedientos de juegos de caza en consola, y Hunting Simulator es una enorme oportunidad perdida por querer apostar a algo más cerca de una superproducción que de un título pequeño con su público nicho: fallos técnicos, desarrollo aburrido, y posibilidades limitadas. Mejora si juegas en compañía y si eres un fanático del género. Si no es el caso, Hunting Simulator no tiene mucho atractivo.