O eres un héroe, o un villano, pero no hay opción a vivir en la indiferencia. Eso es lo que pensó Guðni Thorlacius Jóhannesson el pasado mes de febrero cuando decidió cometer el mayor acto de insubordinación culinaria que se recuerda . Esa fruta tan querida en los zumos, y que acompaña a algunos postres, no gusta demasiado en la famosa comida italiana, y el primer ministro islandés parece ser uno de sus detractores. Todo esto me hizo reflexionar, y llegué a la conclusión de que muchas de las cosas que considero normales, en realidad solo son gustos heredados socialmente. ¿A quién se le ocurrió la semejante idiotez de incluir la piña en la pizza? Probablemente al mismo tipo de persona que decidió ponerle el palo a un caramelo, o al que se le ocurrió que el jarabe para niños tuviera sabor de fresa.
Muchas veces lo más obvio parece ser lo normal, pero hay ciertas cosas en la vida que, pese a tenerlas delante de nuestros ojos, no somos capaces de verlas. El sandbox, pese a ser un género de videojuegos muy generalizado en la actualidad, gracias en parte a nuestros queridos amigos de los bloques, aún no había llegado todos los sitios en donde se le suponen presente. Y es que, pese a ser la franquicia por antonomasia de construcción, LEGO aún no había llegado al mundo del videojuego de esta forma. Durante estos años ha sido capaz de trasladar las principales sagas del cine a la consola, pero sin embargo se había olvidado de mirarse a sí misma. Y 2017 ha llegado para ponerle remedio a esto con LEGO Worlds, un juego que tiene un gran potencial que demostrar, y que llega a definir el sentimiento de agobio que proporciona la libertad absoluta.
https://www.youtube.com/watch?v=MMY_cj2ucDc&feature=youtu.be
LEGO Worlds no reinventa nada, solo llega para poner la saga en el lugar que se merece. La infancia de muchos de nosotros ha estado protagonizada por estos bloques de construcción daneses que hicieron realidad algunos de los proyectos más perversos de nuestras mentes de niños. Y ahora podremos trasladar todos aquellos sueños a través de nuestras consolas, de una forma que ni si quiera habíamos llegado a imaginar. Otros juegos ya han logrado esto, y no con poco éxito, pero LEGO sigue siendo LEGO, y el sentimiento de nostalgia lo hace todo mucho más especial.
Estamos acostumbrados a empezar como la madre naturaleza nos trajo al mundo, y sin nada que llevarnos a la boca. Comenzar una aventura sin ninguna ayuda ni recurso es algo habitual en éste género, que premia el esfuerzo y la constancia por encima del resto de videojuegos. Sin embargo en LEGO Worlds encontramos la primera diferencia que nos hace abrir los ojos. Y es que el juego no pretende que labres tu propio imperio a base de sangre y sudor, sino que simplemente des rienda suelta a tu imaginación. No a esa no, a la que tenías cuando aún eras un niño feliz, que vivía solo para soñar.
Aquí encarnamos a un pequeño explorador que se dedica a recorrer la galaxia en su nave espacial Plug-Z. Sin embargo, un día, un inesperado meteorito choca con nuestra nave, y nos hace caer a un misterioso planeta. A partir de ese momento debemos hacer lo necesario para poder arreglar la nave y continuar nuestro viaje espacial. Esa es toda la historia que veremos en el título, y es que como bien indica su nombre, los protagonistas son los distintos mundos o planetas que recorreremos, y no nosotros mismos.
Una vez llegados al nuevo planeta, generado de forma aleatoria, deberemos realizar pequeñas misiones para poder arreglar nuestra nave y seguir viajando. Estas pequeñas quests funcionan como sencillos tutoriales durante los primeros compases del juego, pero a medida que vayamos avanzando se irán complicando y volviéndose más desafiantes. No obstante, como recompensa recibiremos unos ladrillos dorados, que irán ampliándose cada vez que vayamos aumentando de nivel. Y para poder completarlas, necesitaremos las distintas herramientas que dispone el juego, y que serán la base posterior de nuestras creaciones.
Una de las claves de LEGO Worlds es la gran variedad de herramientas que tiene para poder construir. La primera que tendremos que aprender a usar, y que su vez es la base de todas las demás, es la herramienta de descubrimiento. Con ella podremos seleccionar cualquier cosa que veamos en el escenario, y añadirla a nuestro inventario para poder usarla más adelante. Desde rocas, árboles, criaturas, vehículos, e incluso personajes, todo puede ser escaneado para ser añadido a nuestro menú. Es, a primera vista, una mecánica sencilla, pero que sorprende por su fácil uso, y que termina por convertirse en una adicción peligrosa cada vez que vas a jugar.
El coleccionismo es uno de los pilares del juego, que se ve beneficiado por la historia de la franquicia. Todos los títulos pasados de LEGO están presentes de una forma u otra en este universo. De manera que si apuntamos a un NPC perteneciente a LEGO City Undercover, por poner un ejemplo, este se nos añadirá al inventario para poder utilizarlo, indicándonos antes que pertenece a dicho juego. Esa será la manera de ir desbloqueando el casi infinito número de personajes disponibles, y que estarán repartidos por los diferentes planetas.
Con la herramienta de descubrimiento es posible añadir nuevos objetos al mundo, pero para poder modificar la orografía del terreno será necesario otro objeto. La herramienta de paisaje permite, precisamente, añadir, eliminar, o transformar el terreno a nuestro antojo. Bastará simplemente con pulsar un botón para crear grandes valles o montañas inexpugnables. Las posibilidades que ofrece en este sentido LEGO Worlds son unas de las mayores vistas en este género hasta la fecha. Recordemos que el objetivo no es recrear una historia, sino permitirnos crear un mundo a nuestra propia manera, y por eso se nos dota del poder de un dios desde casi el comienzo.
Las necesidades de todo tipo de jugadores están resueltas dentro de este LEGO. El título te permite la posibilidad, como hemos visto anteriormente, de construir las cosas directamente de nuestro inventario, pero también ofrece un camino algo más complejo. Cuando vamos a la tienda a comprar un kit, este no viene ya montado, sino que somos nosotros los que debemos ir colocando pieza a pieza hasta lograr darle forma. Esta forma de creación clásica también está presente en el juego con la herramienta de construcción. Con ella se vislumbra el verdadero potencial que ofrece en términos de sandbox, gracias a la infinita (de verdad asusta) cantidad de piezas, tamaños, y formas de bloques que están a nuestra disposición.
Será posible construir prácticamente cualquier cosa. El único límite en LEGO Worlds será nuestra imaginación, y en caso de no ser muy hábiles con la arquitectura, no será necesario que llamemos a Le Corbusier, porque para eso ya disponemos de la herramienta de descubrimiento. Pero es que además también podremos darle cualquier color, con otro de los objetos disponibles. Desde los clásicos tonos, pasando por matices como el marrón turrón, o incluso llegando al fluorescente, Lawrence Herbert queda retratado con su Pantone.
La herramienta de pintura permite la opción de personalizar nuestros bloques a nuestro gusto, simplemente colocando el cursor sobre ellos y aplicando el color que queramos. Se puede incluso seleccionar bloque por bloque para aplicar distintas tonalidades en función de nuestros gustos. Si tuviéramos dotes artísticas, seríamos capaces de pintar el mismísimo Jardín de las Delicias con bloques LEGO.
Esos serían los instrumentos base que dan forma a la mecánica del título. Una vez que estemos más avanzados, y que nuestra ambición vaya más allá de crear pequeñas construcciones, también dispondremos de una herramienta para copiar cualquier cosa y duplicarla. Esto es realmente útil cuando nos invade el sentimiento ecologista y decidimos replantar de arboles un desierto, o cuando estamos construyendo una gran ciudad.
Y todas ellas se ven realmente retratadas en el modo de construcción libre. Este tipo de juego ya lo hemos visto en otros títulos, pero aquí está realmente cuidado. Los chicos de TT Games han dispuesto un modo que permita liberar nuestra imaginación como nunca antes se había visto, de manera que sea una opción disfrutable en LEGO Worlds. En otros sandbox, el modo "dios" permite arreglar los desalisados causados durante una partida, o simplemente acceder a lugares a los que no sería posible llegar de forma normal. Pero aquí el modo construcción sirve para poder utilizar todas las herramientas explicadas previamente de forma simultánea. De manera que una vez que entremos en él tendremos acceso a todas ellas desde una interfaz superior, y sin tener que entrar en la rueda de selección para cambiar entre ellas.
¿Qué sería de un juego sandbox sin los amigos? Pese a que LEGO Worlds lleva estando disponible en Steam en forma de Acceso Anticipado desde hace ya tiempo, ahora llegará a consolas arrastrando el apoyo de su comunidad. Allí, el modo cooperativo a cuatro jugadores ha permitido crear algunas obras verdaderamente increíbles, que solo han sido posibles gracias al trabajo en equipo. Y ahora ese modo de juego online también llegará al resto de plataformas para poder compartir nuestras creaciones con los demás. En este caso solo será posible jugar partidas con dos jugadores (tu incluido), pero desde el estudio responsable ya nos aseguraron que en el futuro será ampliado para igualarse a su versión de PC.
El juego funciona exactamente igual que cuando jugamos solos, solo que nos permite añadir a uno de los amigos que tengamos incluidos en nuestra lista de contactos, para que nos acompañe durante nuestra partida. De esa forma, si tenemos por delante una gran construcción, o si nuestro sueño siempre ha sido el de gobernar sobre una gran ciudad junto a un compañero, con esta opción será posible. Además, se ha tenido el detalle de incluir una opción que permite que todos nuestros cambios sobre el mundo no se guarden al salir, para que si nuestro amigo no ha estado presente en ese momento, no se pierda nada de lo que haya podido suceder.
LEGO Worlds también dispone del modo multijugador local clásico, que muchos otros títulos ya han eliminado. Para ello bastará con que otra persona pulse el botón options desde su mando, y se incorpore a la partida. En este caso la pantalla se dividirá en dos, dejándonos actuar los dos al mismo tiempo con distintos personajes. Hay que destacar que en este caso, el uso de las herramientas puede hacerse algo engorroso debido a la gran cantidad de elementos en pantalla. Queremos pensar que este modo de juego está más enfocado para cumplir las distintas quests, e ir subiendo nuestro nivel de constructor.
Llevamos toda la vida esperando un juego como LEGO Worlds, y ya se hacía de rogar. Pese que la franquicia lleva a muchos años en el mundo de los videojuegos, nunca había sido capaz de parodiarse a sí misma, y ahora lo consigue. El sandbox encuentra sus verdaderas raíces con un juego que nos permite dar rienda suelta a nuestra imaginación, y que se esfuerza por poner en nuestras manos las herramientas necesarias para ello. Los bloques son los verdaderos protagonistas de un título que no busca inspirarse en una marca ajena, y que persigue liberar todo el potencial que le dio Christiansen hace ya tantas décadas a su creación.
Quizás el mayor pero de este título sea, paradójicamente, su excesa libertad. La falta de un camino que seguir puede resultar en ocasiones agobiante, y la idea de la repetición ronda constantemente por tu cabeza cuando llevas horas pasesando por los planetas del universo. Sin embargo creemos que si te gusta LEGO, y si aún no habías encontrado un verdadero título de construcción, este es tu juego. Los bloques han llegado ahora a PlayStation 4 y Xbox One (y en un futuro a Nintendo Switch) para darle un verdadero sentido a la piña en la pizza. Chúpate esa Jóhannesson.