"Kimetsu no Yaba: La Fortaleza Infinita" se ha convertido en uno de los grandes fenómenos de cine de este 2025, una fuerza abrumadora que sigue construyendo a "Kimetsu no Yaiba" como una franquicia cuyo legado histórico será de los más excepcionales y completos en toda la historia del anime. Dicho esto, ¿te has de quedar sentado en tu butaca una vez acabe la película o te puedes ir al baño después de casi 3 horas de película? Tranquilo que te saco de dudas.
Pues no, en este caso se rompe bastante la tradición reciente de películas de anime y no se deja escena poscréditos alguna en "Kimetsu no Yaiba: La Fortaleza Infinita". Esto se explica de dos formas distintas.
En primer lugar, no hay espacio para una escena poscréditos ya que los créditos en sí empiezan a rodar con "Kimetsu no Yaiba: La Fortaleza Infinita" todavía activa. En efecto, una vez que termina la batalla final de este primer largometraje, se conecta con otros hechos activos en la batalla de la Fortaleza Infinita mientras que unos primeros créditos empiezan a aparecer en pantalla.
Veréis que con todo cerrado, os dejan con la típica pantalla negra en la que incluir unos cuantos créditos adicionales, pero después de dicha pantalla NO hay nada que encontrar. Esencialmente, están las 2 horas y 35 minutos tan exprimidas que ufotable no necesita ni de ese último pequeño extra tan común a día de hoy.
Por otra parte, tiene sentido que no haya escena poscréditos en este caso ya que a diferencia de otros largometrajes, no existe la necesidad de dejar a nadie con la miel en los labios ni anticipar nada de lo que está por venir. En el momento en el que empiezan a aparecer los primeros créditos ya te haces la clara idea de lo que se verá en la segunda pelícua de la trilogía final, y eso al fin y al cabo es lo verdaderamente importante.
NO. Como he dicho, los primeros créditos de la película aparecen con esta todavía activa, por lo que es necesario que te quedes plácidamente en tu butaca observando los momentos de transición hacia lo que será la segunda película de la trilogía final. Después de 2 horas y 30 minutos, esos 5 minutos adicionales no van a acabar contigo (más todavía si consideras lo bien que te lo habrás pasado en ese rato).
Definitivamente es una de esas situaciones en las que se te hace raro que no haya escena poscréditos. No porque a la película le haga falta, pues desde luego sería algo innecesario en un largometraje como "Kimetsu no Yaiba: La Fortaleza Infinita", sino porque estás tan acostumbrado a que haya en todas las producciones relevantes que parece una anomalía. En cualquier caso lo dicho: no te vas a perder nada después de la pantalla negra.
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