Si nos ponemos a ver todos los largometrajes de Studio Ghibli, nos encontraremos con una gran variedad de personajes. Entre ellos, y más teniendo en cuenta la calidad de los largometrajes del estudio, nos toparemos con algunos que se ganarán un huequito en nuestro corazón para siempre. No obstante, también los habrá que no nos harán tanta gracia por los valores que defienden o las acciones que llevan a cabo.
Hoy, vengo a hablaros de unos personajes que seguramente estén en este último grupo: los malos. Y es que en este artículo he recogido los 10 grandes villanos de las películas de Studio Ghibli. Aunque tengan un papel antagonista, muchas veces un buen malo es tan o más querido que el propio protagonista. ¿Os pasará a vosotros con estos que he elegido? ¡Vamos a descubrirlo!
Aunque podríamos decir que, en cierta forma, Kushana busca el bien para la humanidad, los métodos que usa para lograrlo son el todo cuestionables. Si Nausicaä aboga por no tener miedo e intentar comprender el Mar de Putrefacción, la Princesa de Tormekia quiere destruirlo por completo usando la fuerza. Para ello, pretende volver a despertar un poder ancestral que trajo muchos problemas en la antigüedad: los Dioses Guerreros. Finalmente, el plan de Kushana no sale bien, y la consideramos toda una villana (con grises, como casi siempre en Ghibli) más por su actitud que por oponerse a la protagonista (que también).
Mientras que Kushana sí que busca de algún modo el bien común, la única motivación de Muska es la de conseguir más poder para él mismo, con todo lo que esto conlleva: dinero, status, etc. Para lograrlo, no duda en dejar a un lado el bien común, e incluso sacrifica la vida de sus propios compañeros cuando esto puede darle alguna ventaja. Pero, sin duda, lo más duro de ver en la película es cómo Muska destruye el paraje natural incomparable de Laputa para convertirlo simplemente en un cañón con el que amenazar a sus enemigos. Un malo de manual.
En esta misma película, podemos encontrar a otra villana: Dola, la líder de una (¿temible?) banda de piratas que viaja por el mundo buscando tesoros. Aunque comienza persiguiendo a Sheeta para robar su colgante, al final termina trabajando junto a nuestros protagonistas. Esto, junto con el enorme carisma que desprende y cómo dirige con firmeza a sus hijos, hace que siempre pensemos en ella más como heroína que como la gran villana que en realidad es. Porque los malos, en algunas ocasiones, también tienen su corazoncito (y un inmejorable ejemplo de ello viene justo a continuación).
Eboshi es uno de los personajes mejor construidos de Ghibli y más alabados porque su variedad de motivaciones nos puede llevar a catalogarla tanto como una heroína como una villana. Sin embargo, en este artículo tengo que resaltar esta última de sus facetas. Y es que, aunque lo que pretende conseguir la dirigente de la Ciudad del Hierro sea signo de alabanza, destrozar un bosque lleno de flora, fauna y espíritus quizás no sea la mejor manera de lograrlo. Porque, aunque muchas veces nos mueva un buen propósito, esto no justifica todo el daño que hacemos para lograrlo
Yubaba regenta una Casa de Baños que sirve para que los dioses y espíritus puedan ir a relajarse, aliviar sus males y olvidarse por un momento de lo dura que es su vida en el mundo moderno. Hasta aquí todo correcto, pero lo que de verdad convierte a Yubaba en una villana es el trato que da a sus empleados, a los que impone unas condiciones de trabajo demasiado duras. El mayor exponente de esto es Chihiro, pues la convierte en un engranaje más de su negocio, y pretende que renuncie a su vida y su pasado dándole un nuevo nombre e impidiéndole regresar con sus padres (al menos hasta el final de la cinta). Una explotación que, quitando elementos fantásticos, por desgracia es bastante frecuente también en nuestra sociedad actual.
No será recordado como uno de los grandes personajes de Studio Ghibli (seguramente todo lo contrario), pero lo cierto es que el Rey Gato es todo un villano de los pies a las orejas. Y es que el gobernante del Reino de los Gatos encaja a la perfección (quizás demasiado) en esa figura de rey despótico que se cree por encima de todos y de todo. Un buen ejemplo es cuando quiere recompensar a Haru convirtiéndola en la esposa de su hijo, pero ninguno de los dos desea este enlace. El Rey Gato ni siquiera parece plantearse que el futuro que desea para Haru le haría renunciar a su vida, e incluso se lo intenta imponer por la fuerza. Todo esto lo convierte en un villano, aunque, quizás, demasiado plano.
La Bruja del Páramo es un personaje de lo más curioso, ya que pasa de ser una señora engreída y despótica a convertirse en una anciana de lo más amable y considerada. Su parte más tiránica le nace, pienso yo, de sus grandes habilidades para la magia, que la llevan a ser muy poderosa y estar muy bien considerada en la alta sociedad. Esto hace que se crea mejor que los demás y que se vea con derecho a convertir a Sophie en una anciana, por poner un ejemplo. Me resulta bastante curioso lo frágil que es esta compleja fachada que la Bruja del Páramo se ha construido, ya que se desvanece temporalmente solo por tener que subir unas escaleras, y permanentemente cuando pierde sus poderes.
De forma similar a lo que sucede con Muska, Cob es un villano que tiene un objetivo, y no dudará en sacrificar lo que sea necesario para conseguirlo. En este caso, lo que busca no es poder en sí, sino la inmortalidad tan anhelada por la raza humana. Lo curioso es que, como vemos en los compases finales de la cinta, esta búsqueda le hará perder su humanidad. Porque, aunque sea duro aceptarlo muchas veces, la condición humana incluye la muerte como una parte imprescindible e indivisible de nuestra existencia. Cob y Gavilán son dos claros ejemplos opuestos de cómo afrontar esto, y de dónde lleva cada uno de estos caminos.
Como no, muchas veces la acción del hombre es la causante de los males de los protagonistas de las películas de Studio Ghibli. Los mapaches de Pompoko sufren la constante expansión de las ciudades y ven mermado su hábitat, lo que dificulta su supervivencia. También provocamos una contaminación desmedida, como se ve en Nausicaä del Valle del Viento. No obstante, Ghibli no solo nos ha mostrado cómo dañamos distintas especies de animales y plantas. Porque, por poner tan solo un ejemplo, no olvidemos que el destino cruel que sufren los hermanos Seita y Setsuko en La tumba de las luciérnagas es por culpa de una guerra que ha provocado la propia especie humana.
En muchas películas de Studio Ghibli podemos ver cómo el gran enemigo de los protagonistas es su propia mente. Una parte que todos tenemos y que nos impide avanzar, o nos provoca más dolor del que debería. Por poner tan solo algunos ejemplos, Fujimoto teme que su hija Ponyo se relacione con Sosuke, y Mahito no termina de hacerse a su nueva vida. Ambos le tienen miedo a ese futuro desconocido que se les ha visto impuesto. Además, otro mal bastante común es el que nos lleva a decirnos a nosotros mismos que valemos poco o nada, como le sucede a Anna hasta que conoce a Marnie y Sayaka.
Pese a todo esto, pienso que, más que verla como un enemigo al que vencer, debemos tratar de comprender esta parte de nosotros mismos, al mismo tiempo que intentamos seguir avanzando sin darle rienda suelta.
Y hasta aquí llega este artículo sobre los 10 mejores villanos de Studio Ghibli. Desde luego, los dos últimos son algo más alternativos, pero espero que no os importe que me haya tomado esta pequeña licencia. Ahora, me gustaría a mi conocer vuestra opinión: ¿qué villanos meteríais en este listado? ¿Cuáles quitaríais? Os invito a que me dejéis vuestras impresiones al respecto en los comentarios. Antes de terminar, os invito también a consultar el top de mejores personajes femeninos de Studio Ghibli.
CONTENIDO RELACIONADO
Hayao Miyazaki recibió recientemente el premio Ramon Magsaysay, lo que desató un discurso sobre ello
La película de Studio Ghibli y Hayao Miyazaki celebra este 2024 su 40 aniversario, motivo por el que vuelve a las salas de nuestro país este 19 de junio
La película de Hayao Miyazaki celebra este año su 20 aniversario, motivo por el que podremos volver a verla en pantalla grande
La película de Hayao Miyazaki llega a los cines de España este mismo junio para celebrar su 40 aniversario: ¡disfrútala en pantalla grande!
El veteranísimo director de Studio Ghibli ya está manos a la obra con su siguiente largometraje
A sus 83 años, Hayao Miyazaki puede estar cerca del final de su carrera profesional... y quizás también del final de su vida