El origen del movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan) se sitúa en 2013 después de la destitución de un policía que asesinó a un adolescente afroamericano disparándole en el pecho. Estas protestas, que se han ido repitiendo a lo largo de los años, encuentran hoy su punto algído con el asesinato de George Floyd. Su verdugo fue un policía de Minneapolis que presionó con su rodilla el cuello de Floyd durante ocho minutos hasta asfixiarle, mientras este repetía que no podía respirar: "I can't breathe".
Esta icónica frase se ha convertido en el nuevo lema de las múltiples protestas contra los abusos policiales en Estados Unidos. Conocidos superhéroes como Spiderman o Batman se han unido a los ciudadanos estadounidenses en esta lucha contra el racismo en unas protestas que llegaron hasta la Casa Blanca y que obligaron a Donald Trump a tener que empezar tomar medidas en vez de mirar hacia otro lado. Ahora, un nuevo personaje de cómic se ha unido al movimiento Black Lives Matter.
En este caso, fue el carismático Joker quién acudió a la manifestación del 31 de mayo en Chicago y fue detenido por incendiar varios vehículos policiales (vía Comic Book). Esta escena repetida en diversas protestas, donde destacan los ciudadanos disfrazados de este personaje, comparte una gran similitud con la película ya que miles de manifestantes utilizan la careta del Joker como símbolo reivindicativo.
Pero, esta vez, no solo los superhéroes han ayudado al pueblo, pues famosos como actores, deportistas y cantantes entre otros, se han unido a la causa, algunos mediante su apoyo en las redes como Beyoncé, Jay-Z, Oprah, Emma Watson o Jennifer Lopez y otros con donaciones como Blake Lively y su marido Ryan Reynolds al Fondo de Defensa Legal de la NAACP. Otras estrellas como Ana de Armas, Ben Affleck, Cole Sprouse y John Boyega han optado por la presencia directa en las protestas, destacando el emotivo discurso de este último.
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