El Anillo Único, creado por Sauron en los fuegos del Monte del Destino, es el artefacto central de la saga 'El señor de los anillos' y de 'Los anillos de poder', y su poder radica en su capacidad para dominar y corromper a quienes lo poseen. Este anillo no es solo un simple objeto mágico, sino que contiene una parte enorme de la esencia oscura de Sauron, lo que lo convierte en una herramienta de control sobre otros seres y una fuente de poder insuperable para su creador.
Uno de los poderes más emblemáticos del Anillo Único es su capacidad para volver invisible a su portador. Esta invisibilidad no es meramente un truco físico, sino que está vinculada a la cosmología de la Tierra Media, donde existen dos reinos: el visible y el invisible. Al usar el Anillo, el portador se desplaza parcialmente hacia el mundo invisible, donde residen entidades como los Espectros del Anillo. Este plano es una especie de mundo espiritual, que está conectado con los dioses y la magia del mundo.
Esta transición hace que el portador sea invisible en el mundo visible, pero también lo acerca peligrosamente a las influencias corruptoras del reino invisible, volviéndolo más susceptible al control de Sauron. Además, según vemos en las películas, también hace que sea más fácil encontrar al portador, ya que las criaturas que pueden acceder a este plano paralelo de la existencia son capaces de verlo con más claridad.
El Anillo Único también otorga a su portador un poder de dominación sobre otros, especialmente aquellos que poseen otros Anillos de Poder. Y es que, Sauron diseñó el Anillo con la intención de someter a las demás razas de la Tierra Media, principalmente a los enanos y los hombres, cuyos anillos fueron creados por el Señor Oscuro con la intención de corromperlos.
Sin embargo, este poder de dominación no es accesible para cualquiera que use el Anillo, ya que depende de la fuerza de voluntad y la ambición del portador. Mientras que Sauron, un ser de voluntad férrea, podía utilizar el Anillo para someter a otros, personajes como Frodo y Bilbo, que no tienen el deseo de dominar a nadie, no pueden acceder a este poder de manera significativa. De esta manera, queda bastante claro que sólo seres como Sauron o incluso Gandalf o Saruman serían capaces de usar el poder completo del Anillo.
Finalmente, el Anillo Único ejerce una poderosa influencia corruptora sobre quienes lo poseen. Al estar infundido con la maldad y la voluntad de control de Sauron, el Anillo consume lentamente a sus portadores, llevándolos hacia la codicia y la obsesión. Así, poco a poco va haciendo que su personalidad cambie y provocando que se centren por completo en mantenerse cerca del Anillo, olvidándose de todos sus demás deseos o ambiciones.
Esto se ve claramente en personajes como Gollum, cuya vida fue destruida por su apego al Anillo, o en Frodo, quien, a pesar de su fortaleza y resistencia, sucumbe al poder del Anillo en el momento crucial del final de la historia. El poder corruptor del Anillo es tan imponente que incluso los seres más nobles y justos encuentran difícil resistir la tentación de convertirse en sus portadores, dejando claro que incluso una fracción del poder de Sauron puede tener un efecto muy intenso sobre otras criaturas.
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