Harry Potter es una de las sagas cinematográficas más exitosas de todos los tiempos; mucho de su triunfo se lo debe, sin duda alguna, a los libros escritos por J.K. Rowling, aunque condensar novelas de casi 800 páginas en algunos casos (como La orden del Fénix) en poco más de 2 horas es un trabajo muy complicado, y David Heyman, productor de la franquicia, ha hablado de ello en una entrevista con Empire con motivo del 20 aniversario de Harry Potter y la piedra filosofal.
"Grabamos a Peeves en la primera entrega y me encantó su anarquía, pero no terminó de encajar; me encanta la parte de Quidditch de La orden del Fénix: Ron es muy divertido y desarrollaba de forma interesante su personaje, pero no había espacio para ello. El PEDDO (la Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros) era una parte maravillosa de las novelas, la misión de Hermione de proteger a estos seres", pero tampoco hubo hueco para ello.
¿Y por qué no se vio la Copa del Mundo de Quidditch en El cáliz de fuego? Por lo mismo que "la historia de los merodeadores, de James y Sirius y Peter Pettigrew, que tenían cosas maravillosas y permitía adelantar aspectos de la relación de Harry con Sirius (...). Esas son las cosas que me faltan, pero creo que tomamos las decisiones idóneas para las películas que estábamos produciendo. Kreacher casi tuvo que ser borrado de la quinta película y J.K. Rowling dijo: 'yo no haría eso si fuese tú, porque tiene un papel fundamental luego', así que Kreacher se quedó, y menos mal porque fue un elfo importante".
En resumen: es imposible contar cada página de un libro en una película (en una serie es mucho más fácil), y tanto Heyman como otros productores de Harry Potter tuvieron que elegir qué grabar y qué no, por ello estas personas suelen ser las más odiadas por los seguidores de la saga.
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