Tár ha llegado por fin a España y no podría estar más contento. Esta cinta contiene una de las mejores interpretaciones de la carrera de la talentosa Cate Blanchett. La actriz da vida a una exitosa directora de orquesta que está a punto de grabar su proyecto más ambicioso, la Quinta Sinfonía de Mahler. A lo largo del metraje vamos viendo las dos caras de Lydia Tár, quien esconde una vida privada llena de complicados romances y abusos de poder.
El poder que recibe debido a su reconocimiento en el mundo de la música lleva a la directora a manipular a sus trabajadores. De esta forma va moviendo las fichas dentro de su orquesta con tal de conseguir lo que quiere, haciendo favores a algunas de sus estudiantes para intentar acercarse a ellas. Con el tiempo su red de engaños y chantajes emocionales va deshaciéndose hasta que un gran número de músicas denuncian sus actos. Todo esto culmina en la destrucción de su carrera, algo que la llevará a recorrer el mundo en busca de algún sitio donde aún no sepan nada sobre ella.
Es a partir de este momento cuando comienza el verdadero castigo que Lydia sufre por sus acciones. La vemos yendo de un lugar a otro, en busca de algún sitio en el que la acepten. Esta secuencia de viajes termina cuando encuentra trabajo en Filipinas, donde parece que tendrá una segunda oportunidad. A pesar de ello, la escena del burdel indica que nunca dejará de cargar con la culpa que siente por abusar sexualmente de sus estudiantes. Por último, la vemos dirigiendo una interpretación en vivo de Monster Hunter: World, un cierre irónico y perfecto para la cinta.
A lo largo de todo el metraje vemos como la depresión de la protagonista empeora, algo que justificaría su desconexión con la vida real. Las dos escenas que sirven para demostrar esta teoría son: el ataque a su compañero cuando lo ve dirigir su pieza y la mujer del burdel que se parece a Olga. Ambos momentos son muy bizarros y apuntan a que Lydia Tár es cada vez más inestable, dejando que sus miedos y su culpa se apoderen de su percepción de la realidad.
Este trabajo contrasta mucho con el resto de su carrera, que incluía premios tan prestigiosos como un Emmy, un Globo de Oro e incluso un Óscar. Lo que hace que la conclusión sea aún más irónica es que Tár desprecia a los que ella considera medios inferiores, como los videojuegos. Así, queda bien claro que ha tocado fondo y que lo que estamos viendo es una humillación pública para la pretenciosa directora de orquesta.
A pesar de que muchos pueden pensar que la cinta trata sobre el mundo de la música y la vida de los directores de orquesta, la realidad es bien distinta. El verdadero mensaje de la película habla sobre la creación, el mantenimiento y la destrucción de las dinámicas de poder abusivas.
Tár construye una protagonista que al principio puede parecer admirable, pero se encarga de ir desmontando esta figura hasta que entendemos lo necesario que es quitarle el poder que tiene. Su final demuestra que si las personas hablan y denuncian lo sucedido se puede remediar este tipo de situaciones.
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