2.555 días, ese es el tiempo aproximado que lleva en marcha la soñada adaptación de Metal Gear Solid. Por el proyecto han pasado todo tipo de nombres, y finalmente terminó cayendo entre las manos de Jordan Vogt-Roberts, un amigo íntimo de Hideo Kojima, capaz de manejar titanes fantásticos tan descomunales como "Kong: la isla calavera". Sin embargo, de lo que no ha sido capaz en los últimos dos años este cineasta ha sido de hacer avanzar la producción de las primeras fases de desarrollo.
Eso sí, Vogt-Roberts no se ha cansado de alimentar la expectación de los fans con todo tipo de artimañas. Sin ir más lejos, el pasado 2018 inició una campaña para celebrar el aniversario de la saga, revelando un concept-art de la cinta cada día. Eso, y el fichaje de Derek Conolly ("Jurassic World") es todo lo que han recibido los seguidores para mantener encendida la llama de la esperanza. ¿Y ahora qué? El director, consciente de la situación, sorprendía esta semana con unas declaraciones más que jugosas.
Aprovechando el estreno del primer tráiler de Viuda Negra, daba en sus redes sociales los primeros detalles firmes del guion en el que está trabajando. "Perdonad si no puedo actualizaros más regularmente con cosas de la película de MGM, pero acabamos de entregar un nuevo borrador, y está lleno de 'kojimadas' y surrealismo militar", escribía. "Espero poder conocer a actores específicos muy pronto".
La adaptación de Metal Gear Solid fue anunciada por primera vez de la mano del propio Hideo Kojima en el E3 de 2006. Años más tarde, en 2010, se supo que el proyecto había sido paralizado por causas desconocidas, y ya en 2012 volvió a echar a andar tal y como se la conoce actualmente. Desde entonces la idea de ver a Solid Snake en la gran pantalla se ha ido diluyendo poco a poco, hasta convertirse en casi una utopía. ¿Conseguirá salir adelante ya en la siguiente década?
Mientras su pasado lucha contra el olvido, Kojima ya se baña en montones de billetes gracias al éxito incontestable de "Death Stranding", un título con el que ha demostrado ser capaz de cumplir promesas sin las presiones de un estudio supervisor. Visto lo visto, quizás debería ser el propio desarrollador, con su conocido sueño de pasarse al Séptimo Arte, quien debería consolidar la película de la saga que le llevó a la fama.
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