La verdadera historia de la tragedia de los Andes pudo ser totalmente diferente a La sociedad de la nieve

España vuelve a tener posibilidades de tener representación en los Oscar 2024. Juan Antonio Bayona ha hecho historia con La sociedad de la nieve, la película que vuelve a indagar en la conocida como la tragedia de los Andes, y lo hace con una crudeza y un realismo pocas veces visto. Sin embargo, desde su estreno en cines en diciembre (y el 5 de enero de 2024 en Netflix) son muchas las personas que se cuestionan lo que sucede en la cinta. ¿Por qué no salen a buscar ayuda antes? ¿Es posible sobrevivir a la intemperie durante tantos días, a temperaturas extremas?

¿Por qué los protagonistas de La sociedad de la nieve no salieron a buscar ayuda antes?

Gustavo Zerbino, uno de los supervivientes de la tragedia de los Andes, habló con ABC en 2015 acerca de este suceso acaecido el 13 de octubre de 1972 y explicó cómo fue realmente la historia de todos los protagonistas. Una historia que pudo haber sido muy diferente a la versión oficial que llegó hasta nosotros.

Por ejemplo, dio detalles acerca del impacto de la aeronave en los andes: "(...) Quedamos muy aturdidos. Cuando abrí los ojos y me pegó el líquido del aire acondicionado, no sabía cuánto tiempo había pasado, si segundos, minutos… Estábamos muy aturdidos. La diferencia de presión es un impacto muy grande en el cuerpo. Es como una montaña rusa, solo que esta se levanta aquí lo único que vino es el impacto".

Pero lo verdaderamente interesante llegó cuando Gustavo Zerbino recordó cómo fue la supervivencia de las 16 personas que llegaron con vida al esperado rescate: no le quita mérito ni al hambre que pasaron, ni a las bajas temperaturas que tuvieron que soportar durante más de 70 días. Sin embargo, Zerbino tuvo que aprender a vivir con el hecho de haberse comido a sus amigos para seguir con vida, llegando a convencerse de que "era la cáscara de nuestros amigos, que permanecían con nosotros en el recuerdo".

Durante la primera noche murieron cinco de sus compañeros, momento a partir del cual los supervivientes quitaron los asientos rotos y crearon un refugio: 3 metros cuadrados de fuselaje roto que le servían a duras penas para protegerse del frío. En cuanto a comida, tan solo contaban con ocho barritas de chocolate, una lata de mejillones, tres tarros de mermelada, almendras, dátiles, caramelos y vino. Después pasaron a comerse el algodón de los asientos y el cuerpo, empezando a pensar que era necesario comer a sus seres queridos. Gracias a esta decisión, lograron sobrevivir.

Sin embargo, debido a una avalancha, ocho pasajeros más perdieron la vida, momento en el que Numa Turcatti y Antonio Vizintín decidieron salir a buscar ayuda. Encontraron la sección de cola que tenía la cocina y recogieron algo de comida y medicinas. Fue cuando escucharon que la Fuerza Aérea Uruguaya había reanudado su búsqueda cuando Parrado y Canessa decidieron caminar y alcanzar un valle dos semanas después en el que encontraron a varios hombres en caballo. Así se produjo un rescate al límtie.

Existe una teoría aún más macabra que lanzó Claudio Lucero, rescatitsta chileno que participó en la operación: "se supone que cada día que pasaba se iban deteriorando más, entonces ¿por qué no salieron antes?, ¿por qué esperaron 75 días para salir? Otra pregunta: ¿cómo puedo mantener un grupo encerrado en determinado lugar si son muchachos jóvenes, inteligentes, físicamente aptos? Ellos no intentaron salir cuando el radio receptor dijo que se suspendió toda búsqueda. En esos casos, toda persona prefiere morir en el intento". ¿Héroes? ¿O es la historia la que los ha convertido en héroes?

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