No ha sentado nada bien en la industria del cine la decisión que ha realizado en las últimas semanas Warner Bros.: estrenar sus películas de 2021 tanto en salas tradicionales, como en HBO Max, de forma simultánea durante el primer mes, y sin coste adicional en la plataforma de streaming. Lo que parece una excelente idea para solventar los problemas derivados de la pandemia, realmente puede ser un nuevo clavo en el ataúd de los cines que tanto están sufriendo por el miedo de los espectadores a acudir a un espacio cerrado, y por la falta de grandes estrenos.
El próximo 25 de diciembre llegará a Estados Unidos la primera de las películas que seguirá esta táctica: Wonder Woman 1984. Si bien aquí ya está en las principales salas de España, allí tardará una semana más, pero le acompañará también su lanzamiento gratuito en HBO Max. Como respuesta a esta acción, algunas exhibidoras están pensando en rebajar el precio de las entradas para las películas de Warner Bros. entre 3 y 5 dólares, provocando que el estudio se llevase a sus arcas una ínfima parte de la misma.
Esta noticia surge el mismo día en el que se dan a conocer las previsiones más pesimistas de algunos analistas de la industria: el estudio, por tomar la decisión de estrenar sus largometrajes de 2021 en HBO Max, podría perder hasta 1.200 millones de dólares en la taquilla. Si bien quizás Warner Bros. los recupere con las suscripciones a su servicio de streaming, las exhibidoras echarán en falta esa cantidad tan importante de la que se habrían llevado una importante parte.
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