90 días después de que comenzase la huelga de actores de Hollywood, estamos cada vez más lejos de una resolución definitiva. Se supone que los intérpretes estadounidenses iniciaron los paros para alcanzar algún tipo de acuerdo con los estudios y grandes plataformas de streaming, pero después de que las negociaciones avanzaran pasos agigantados la semana pasada, estas se rompieron una vez más por el motivo que todos imagináis: el dinero.
La Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) emitió un comunicado en el que aseguraron que la distancia que les separa de los actores de Hollywood, representados a través del sindicato mayoritario SAG-AFTRA, es "demasiado grande". Además, según esta misma fuente, las negociaciones no iban en "la dirección más productiva".
Otra versión ofrece SAG-AFTRA: "los ejecutivos de la industria se han retirado de la mesa de negociaciones después de negarse a contrarrestar nuestra última oferta. Hemos negociado con ellos de buena fe, a pesar de que la semana pasada presentaron una oferta que, sorprendentemente, era peor que la que habían propuesto antes de que comenzara la huelga", explicaron en su perfil oficial de X (Twitter).
La huelga se mantiene, pero entre tanto comunicado y poca información, ¿qué es lo que verdaderamente impide a los actores alcanzar un acuerdo con los estudios, y viceversa?
Si leemos un interesante artículo de Variety, descubrimos que el verdadero punto de desencuentro entre actores y estudios se encuentra en la fórmula de pago de residuales, es decir, de aquellos derechos de explotación de imagen que exigen los intérpretes a raíz de las emisiones de sus producciones en plataformas de streaming y otros formatos.
La SAG-AFTRA, es decir, los actores, quieren que se implante un fondo anual de 500 millones de dólares; los estudios, a través de la AMPTP, reducen la cifra a tan solo 20 millones de dólares por año. Una diferencia abismal por la que están luchando los representantes sindicales de los intérpretes. El problema es que los productores consideran que esta medida les costaría 800 millones de dólares; los actores, por su parte, confirman que se solucionaría con unos 0,57 centavos de dólar por suscripción al año (menos de 5 céntimos por mes si se repercute en el pago del usuario).
En cualquier caso, no esperemos una resolución rápida de la huelga de actores de Hollywood, porque este abismo que separa a ambas partes, en estos momentos, es insalvable. Y pronto comenzarán a retrasarse más series y películas, sino al tiempo.
CONTENIDO RELACIONADO
'Nº 24' es la historia de unos héroes y es imprescindible en Netflix
Los fans ya sueñan con Sadie Sink como Aloy, y puede que sea la mejor opción
'Acorralado (Rambo)', la película que casi acaba con la carrera de Sylvester Stallone antes de empezar
'Hombre lobo' tiene muy buena pinta y redescribe a la mítica criatura
'Alien Romulus' es el exitoso regreso de la saga que iniciase Ridley Scott décadas atrás
'La culpa no es mía' no es revolucionaria, pero sí una comedia romántica de Netflix muy entretenida