Anoche por fin me aventuré a ver Elvis en el cine, y admito que salí con una sonrisa de oreja a oreja, y con un par de lagrimones cayendo por mis mejillas. He de decir que iba con mucho miedo, primero porque odio Moulin Rouge, y segundo porque no tuve estómago de acabar las casi 3 horas de Australia. Pero finalmente, y bastante sorprendido, me encontré con un biopic repleto de alma y corazón que sabe destacar por ser diferente a la norma y por alejarse de la imagen que teníamos del cantante para centrarse en la de su manager. Si quieres saber más, sigue leyendo porque te lo cuento en esta crítica SIN spoilers.
Elvis es un biopic inmenso, en el que el protagonista no es Elvis
El principal aspecto que diferencia a Elvis de otros biopic como Bohemian Rapsody o Rocketman es el foco narrativo: este, en vez de estar centrado en la figura de Elvis Presley como cabría esperar en este género, lo está sobre el coronel Tom Parker. Este oscuro manager, magistralmente interpretado por un enorme Tom Hanks, ocupa el lugar que tradicionalmente pertenecía al cantante. Esto es lo que nos permite adentrarnos en una figura turbia y polémica que realmente fue la que controló la vida de la estrella del rock.
Por un lado, este prisma narrativo funciona por salirse de la norma. Pero cuando terminas la película, no puedes evitar preguntarte si sales del cine sabiendo quién es él. Porque realmente sabemos muy poco acerca de Elvis, y la culpa reside en un guion centrado más en su vínculo con Tom Parker, que en sus propios conflictos personales. Por ejemplo, la buena relación con su madre se intuye por una escena que tiene lugar dentro de un armario (ya entenderéis a cuál me refiero). Peor aún es el caso de su padre: poco dibujada, y quizás se haya hecho a propósito.
Por otro lado, precisamente este enfoque es lo que más me ha gustado de Elvis, un biopic que explica de la estrella solo lo importante: su inspiración en la música negra, su pasión por mover las caderas y su caída provocada por un representante avaricioso. Fuera de estos ámbitos, su vida no fue nada polémica, y por ello se ganaba el cariño del público de forma tan sencilla. No es un cantante con tantos recovecos psicológicos como Freddie Mercury, ni tan proclive a ser protagonista como Elton John.
Elvis brilla, con un enorme Austin Butler que se merece todos los premios
Baz Luhrmann acierta de lleno centrándose en esa relación tóxica con Tom Parker, y brilla como nunca habría pensado que hiciera el director de Moulin Rouge.
Luhrmann en su máximo esplendor
Del plano técnico solo puedo hablar maravillas: quien haya visto una película de Baz Luhrmann (sin contar Australia), sabrá perfectamente qué puede esperar de Elvis. Montaje atropellado, mil lineas temporales al mismo tiempo y juego de cámaras que marea, todo ello acompañado de un apartado musical perfectamente escogido, a pesar de que no sean tantas las canciones del cantante que aparecen.
¿A qué se parecen?
Es la película más Moulin Rouge de Baz Luhrmann, quizás más incluso que la propia Moulin Rouge, y sobre todo en sus primeros 40 minutos: excesiva, loca y barroca por momentos, pero sobre todo, tremendamente divertida. La interpretación de Austin Butler consigue sumar puntos al marcador, y convertir a este biopic en la inesperada mejor película de 2022 (al menos hasta la fecha).
No puedo dejar de recomendarte ir al cine a ver Elvis, porque es una de esas películas que se disfruta mucho más en la gran pantalla. Y no me extrañaría verla en la temporada de premios compitiendo por algunos de los más importantes, como ya ocurriera el año pasado con West Side Story (solo espero que no tenga la misma suerte...).
Una película casi redonda, algo polémica por no centrarse tanto en Elvis, como si en su representante (Tom Parker), y con un apabullante apartado técnico
Austin Butler y Tom Hanks brillan
Apartado técnico sobresaliente
Ritmo endiablado
La selección musical
Se puede hacer larga en algunos momentos (dura 160 minutos)
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.
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