¿No gusta una serie? Correcto. ¿No gusta un personaje? Correcto. ¿Dialogar pacíficamente y desde el respeto? Correcto. Esto último se le ha olvidado a cientos de fans de "Por trece razones". La tercera temporada de la serie creada por Brian Yorkey ha generado sensaciones agridulces, y uno de los principales puntos de justificación para esta debacle se ha centrado en Ani. La joven recién llegada al instituto se convertía no solo en la narradora principal de los nuevos episodios, sino que además tomaba partido en la vida del resto de personajes. Y claro, esto no le ha gustado a casi nadie.
Ahora bien, de entre todo ese malestar aceptable y justificado, durante las última semanas ha ido despuntando unos individuos con poca empatía y muchas ganas de llamar la atención en la esfera pública. Grace Saif, la actriz encargada de dar vida a Ani en la serie, se veía sometida a una oleada de acoso que pasaba de las críticas en redes sociales, hasta los ataques personales y las amenazas directas. La respuesta de la estrella ha pasado por abandonar tanto Twitter como Instagram, y borrar todas sus publicaciones a la espera de que se calmen las aguas.
13 Reasons Why actress Grace Saif who plays Ani on the show has left social media and deleted all her posts after fans bullied her and sent her hateful comments because they didn’t like her character. pic.twitter.com/7z8jnFqm0K
— Media Charts (@MediaCharts) September 1, 2019
¿Qué ha hecho Netflix al respecto? Por el momento absolutamente nada. Toda esta polémica se ha ido cocinando a lo largo del fin de semana, y la compañía no parece haber tenido tiempo suficiente como para armar una respuesta oficial que denuncie la situación. Se entiende que un caso tan delicado como este requiera de una postura férrea y firme por parte del estudio, pero a los californianos no les sobra precisamente tiempo para evitar que la imagen de la ficción termine de descalabrarse.
Y es que esta noticia llega tras la modificación de la escena final de la primera temporada en la que Hannah Baker se suicidaba, y el malestar de los fans por la renovación para una cuarta temporada. Todas esas alabanzas que Yorkey acumuló con los primeros episodios, se ha ido convirtiendo en un desprestigio que no ha hecho más que agudizarse con el aparente sinsentido narrativo de la última temporada. Y ahora aparece encima de la mesa el bullying. Pero el real, no ese que critica la ficción sin mucho éxito pedagógico.
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