Dos décadas estuvo Paul Neurath intentando devolver Looking Glass Studios a la primera línea de combate. La compañía creadora de Underworld, Ultima, o Thief, nunca abandonó la idea de recuperar sus franquicias para llevarlas a las nuevas generaciones. Neurath logró que EA le concediera el uso de las licencias, y así nació OtherSide Entertainment, un estudio que reúne a algunos de los programadores y diseñadores padres del rol, junto a grandes promesas. En 2014 OtherSide por fin se atrevió a dar el paso, y lanzó una campaña Kickstarter para cumplir el sueño de desarrollar un nuevo título. El objetivo inicial fue ampliamente superado, y Neurath, junto al emblemático Warren Spector, productor de los títulos originales de la saga Underworld, más un pequeño equipo de veteranos, se pusieron a dar forma a una nueva entrega.
Underworld Ascendant nace como una secuela directa de Ultima Underworld: The Stygian Abyss, título lanzado en 1992 bajo el sello de Bluesky Productions antes de que se cambiaran de nombre. Hablar de este juego es hablar de System Shock, de Thief, incluso de Bioshock. A la experiencia de Spector (Deus Ex) se suma la visión particular de diseño y narrativa de Joe Fielder (Bioshock Infinite), la experiencia en programación de Will Texeira (D&D Online), o la magia de Nina Freeman y Tynan Wales (Gone Home, Tacoma), entre muchos otros. Este título recoge todas sus influencias y las vuelca en una lectura menos comercial de lo que en los últimos años se ha entendido que debía ser un simulador inmersivo en primera persona.
Nos situamos en el Abismo Stigio, un mundo fantástico poblado por esqueletos, donde predomina la magia, y la estética rolera clásica lo domina todo. Underworld Ascendant es un RPG en primera persona que sin embargo prescinde de muchos elementos del género, en un intento muy particular de combinar algunas pinceladas del rol de mesa, con el propio género RPG. Esto nos lleva a tener que crearnos nuestro propio personaje al inicio de la partida, a que vayamos subiendo de nivel según ganemos experiencia, y a que tengamos que abarcar cada situación de manera ingeniosa. Porque la libertad es el principal pilar en torno al que se construyen todas las mecánicas.
El juego se organiza en misiones, en las que tendremos que atravesar el escenario sin que nos maten, o sin matarnos nosotros. Para ello habrá que superar puzles, acabar -o huir, casi siempre será mejor esto- de enemigos, y encontrar cofres con armas que nos hagan más poderosos. La forma que tiene Spector de ejecutar esto es la que refleja la personalidad que han intentado plasmar en la experiencia. Si te topas con una puerta, puedes optar por encontrar la llave, o quizás por quemarla con una antorcha, o incluso tirar un candelabro para que se rompa. Las posibilidades que ofrece el título son tan variadas como el jugador quiera. Con nuestra magia, y nuestra inteligencia, tendremos que superar cada situación de manera única. Esto convierte cada partida en una experiencia personal e irrepetible, y dota al juego de una gran jugabilidad.
La libertad sin embargo, también trae consigo reto. Underworld Ascendant no es un título sencillo. Superar un solo nivel quizás requiera media, una, o incluso dos horas dependiendo de la pericia del jugador. Ciertas zonas presentan problemas a resolver que se pueden llegar a convertir en auténticas molestias por la falta de todo tipo de tutoriales, y el hecho de que la muerte te penaliza devolviéndote al inicio de la fase. Se entiende la intención de OtherSide de alejarse todo lo posible del público más generalista, para poder profundizar en aquellos pequeños sectores que sí pueden comprender la esencia del género. Este no es un juego para todo el mundo, y quizás esa sea su mayor virtud.
Aunque no existan en ningún momento guías o NPCs que te ayuden a encontrar el camino, sí están presentes algunos elementos RPG bien conocidos por todos los jugadores que hacen del viaje algo más accesible en los primeros instantes. Contamos con una barra de vida que debemos ir vigilando y rellenando con la comida que nos encontremos. Hay espadas, espadones, hachas, arcos... todas las armas habituales en mundos fantásticos y medievales. Para gestionar esto, contamos con un menú de selección de objetos similar al presente en Minecraft, y un inventario más amplio que podemos desplegar para administrar el espacio y el orden de nuestros ítems. La magia también funciona de manera convencional, y se rige por una barra de maná que se irá desgastando cada vez que lancemos un hechizo. Estos normalmente serán más útiles para resolver puzles que para acabar con enemigos, ya que están destinados a modificar el entorno, lo que constituye la esencia del juego.
Ya hemos hablado de las influencias que portan sus desarrolladores, y que trasladan al resultado final, pero por curioso que parezca, este nueva entrega de la saga se tira de lleno al mundo abierto sin en realidad tenerlo. La libertad de poder resolver los obstáculos de formas casi ilimitadas, y la sensación de que con nuestros actos estamos teniendo impacto en el entorno y el mundo que nos rodea, recuerda poderosamente a Zelda Breath of the Wild. Esto nos empuja a andar con cuidado por las mazmorras, y a pensar siempre antes de actuar. Quizás si tiramos una caja para activar una palanca que está tras un vacío, después no podamos recuperarla, teniendo que resolver lo siguiente de otra forma. Eso es Underworld Ascendant, un árbol constante de decisiones que pone al jugador en el centro de toda la experiencia.
Pudimos probar el juego durante más de una hora, y el núcleo jugable se mostraba competente. Si bien es cierto que la versión era una pre-alpha, y que todavía tenía muchas cosas por pulir, su proyección se prevé satisfactoria. Los gráficos cumplen lo que se proponen sin tampoco deslumbrar, y el movimiento se siente preciso y suave. Asimismo la gravedad e inercia de los objetos tiene un acabado convincente, y permite manejarse por los escenarios con soltura tras superar la barrera de las primeras horas. En definitiva, Underworld Asendant es el juego que necesitaba la industria. Una propuesta que busca recuperar la esencia del rol clásico, dando una vuelta a todas las mecánicas algo anticuadas que los primeros título presentaban. Un juego duro, pero tan satisfactorio como lo es tener el control absoluto de tus decisiones.
Underworld Ascendant llegará a Steam en algún momento de 2018 todavía sin confirmar.
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