Tengo la sensación de que la pandemia nos dejará con una industria cinematográfica totalmente cambiada para siempre. Los cines se han visto afectados por una audiencia a la baja, por unos espectadores con miedo a encerrarse en las salas, y por unas plataformas de streaming que les ha sustituido con bastante rapidez. En este último grupo podemos hablar de empresas como Disney o Warner Bros., que han lanzado sus grandes propuestas en sus propios servicios.
El enfado de Tom Cruise es comprensible, sobre todo si recuerdas que es también productor de la saga, y probablemente se acabe llevando menos beneficios por Misión Imposible 7 que lo que era habitual hasta ahora. Pero quizás la solución no pasa por cambiar de nuevo la forma de distribuir las películas, sino por adaptar los contratos entre productoras y actores/directores a esta nueva realidad.
NOTICIAS RELACIONADAS