Probablemente es uno de los sonidos más odiados por parte de la gran mayoría de la población mundial. El sonido que hace la alarma de nuestro reloj, despertador o teléfono supone la interrupción del plácido sueño de cara a afrontar un día repleto de responsabilidades y se ha convertido en un elemento imprescindible en nuestras vidas. Pero... ¿qué usaba la gente antes de que existieran este tipo de dispositivos?
Una pregunta que probablemente se te haya pasado por la cabeza en más de una ocasión al retrasar la alarma del despertador de tu móvil al levantarte, dado que es más que evidente que la humanidad ha sabido funcionar a la perfección sin necesidad de este tipo de instrumentos infernales. Por ello, a continuación paso a dejaros con los 3 métodos más comunes que usaban las personas para despertarse antes de que existieran los despertadores.
Más allá de los ritmos biológicos que todo ser humano puede tener y que antes eran determinantes a la hora de despertarse sin necesidad de una alarma (básicamente, porque mucha gente lo hacía cuando salían los primeros rayos de luz de la mañana), existen otros mecanismos internos que algunos grupos usaban de cara a escoger la cantidad de tiempo aproximada que querían dormir y cuándo cortar el sueño.
Según se recoge en la web de History Facts, el biógrafo Stanley Vestal comentaba en uno de sus libros un método que utilizaban los nativos americanos de Lakota en el siglo 19 que tenía que ver con el consumo de agua. Al parecer, estos podían determinar a qué hora se querían levantar dependiendo del agua que tomasen justo antes de irse a dormir. De esta manera, el mecanismo era simple: estas personas calculaban cuánto tiempo pasaría entre beber y empezar a notar la sensación de necesitar orinar, creando un sistema de despertador biológico realmente original.
Las iglesias de los pueblos y las ciudades no siempre han estado ahí como un mero punto de reunión en el que celebrar misas y otro tipo de procesos religiosos, sino que tenían una utilidad práctica para la vida cotidiana; especialmente, si contaban con un campanario incorporado. La cosa es que estos últimos hacían las veces de los despertadores del pueblo en el que estuvieran situados: los curas se levantaban temprano y hacían sonar las campanas por la mañana no solo con el objetivo de llamar a los fieles a misa, sino de interrumpir su sueño para que pudieran comenzar el día con normalidad.
El tercer método es quizás el más curioso de todos y tiene que ver con una figura que comenzó a aparecer en el Reino Unido durante la primera revolución industrial. La cosa es que, ante la necesidad de hacer que la gente acudiera al trabajo a su hora para que la cadena de producción funcionase de forma óptima en todo momento, algunas fábricas comenzaron a contratar a lo que en la época se conocía como Knock-Uppers.
Estas personas eran empleados de dichas compañías que se dedicaban a pasar por las puertas de sus trabajadores con palos muy largos con los que golpeaban las ventanas de sus casas con el objetivo de despertarlos. Sin embargo, esta profesión acabó desapareciendo con la creación de los primeros despertadores allá por el año 1956.
Pues esos son los métodos que más utilizaba la gente para levantarse antes de que existieran los despertadores, al margen de despertarse simplemente cuando se hiciera de día por pura necesidad biológica. ¿Con cuál de todos os quedáis? ¿Hay alguno que usaríais para sustituir las alarmas de vuestro reloj/despertador/teléfono? Os leo en los comentarios.
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