Walt Disney no sólo fue un gran artista y empresario, sino también un personaje bastante peculiar. No son pocas las historias que se han contado a lo largo de los años (historias, y también bulos y leyendas; nunca olvidaremos todo eso de que lo congelaron y que por ello sigue vivo...). Y es cierto que no todas esas historias han sido buenas. A menudo se han descubierto actitudes bastante polémicas del dibujante, especialmente hacia sus trabajadores.
Pero no todas las historias que se cuentan de Walt Disney son malas. Ni tampoco tienen por qué ser buenas. A veces simplemente son neutras y curiosas. Y hoy os voy a contar una de ellas. Porque todos sabemos cómo fue y de qué fue responsable en los puntos más altos de su carrera, pero pocos realmente conocen cómo fueron sus inicios. Y sobre sus inicios os voy a hablar hoy.
Walt Disney era dibujante desde pequeño, como muchos artistas históricos. Se cuenta que el americano estaba comenzado su carrera como caricaturista en Kansas City, pero en esa época él tenía una situación económica bastante mala. En aquel momento, conoció a un barbero llamado Doc Sherwood, al que iba a cortarse el pelo. El problema es que no se podía permitir ni tan siquiera los cortes de pelo.
Fue así como Sherwood permitió que Disney le hiciera dibujos y, a cambio, él le cortaría el pelo gratis. Disney comenzó a decorar toda su barbería con distintas caricaturas que, al parecer, le encantaron al peluquero, por lo que hubo trato, ya que el dibujante no podía pagar los cortes de ninguna otra manera.
Esta historia es un perfecto reflejo de cómo incluso las personas más influyentes de todos los tiempos en según qué ámbitos a menudo han tenido un pasado e inicios muy humildes. ¿Vosotros conocéis más anécdotas de Walt Disney? ¡Os leo en comentarios!
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