Realmente no nos debería sorprender demasiado la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. Durante los últimos meses, la maquinaria se ha activado para dar como ganador al polémico empresario, quien regresa a la Casa Blanca casi cuatro años después del Asalto al Capitolio de los Estados Unidos y con unos resultados electorales que reman a su favor.
Hay muchas personalidades empresariales que han apoyado públicamente a Donald Trump, pero ha sido Elon Musk uno de los que más ha alzado la voz en defensa del magnate. Musk ha invertido mucho tiempo y dinero en propagar mensajes de apoyo a través de su particular red social, X, y en otros tantos medios a los que ha concedido entrevistas.
Cuando lo habitual es que la élite empresarial estadounidense guarde silencio en medio de unos comicios, Elon Musk se ha posicionado claramente del lado de Donald Trump. Ahora bien, ¿en qué beneficia la victoria de Trump a un empresario con Musk, dueño de X y Tesla?
SpaceX y Tesla se enfrentan a varios desafíos legales en cuestiones tan variadas como la seguridad de los trabajadores o la protección ambiental. ¿Quién no ha escuchado hablar últimamente del cohete Starship de Space X que ha protagonizado noticias tanto positivas como negativas? El gran problema de Musk con el cohete es que debe recibir el visto bueno de la Administración Federal de Aviación (FAA) para realizar todas las pruebas pertinentes, incluyendo lanzamientos; y según ha dicho el empresario en varias ocasiones, es un organismo lentísimo. ¿Conseguirá acelerar el procedimiento con Trump en el poder?
Por otro lado, Elon Musk podría ser una pieza fundamental en el gobierno de Donald Trump. Se dice que el dueño de Tesla estaría dispuesto a ponerse al frente de un "departamento de eficiencia gubernamental" con el que poder controlar las leyes norteamericanas en la materia a su libre antojo. Sin embargo, siempre queda la duda de si esto entraría en colisión con sus particulares intereses empresariales.
Evidentemente, SpaceX podría recibir más contratos y dinero público que nunca dada la buena relación que mantienen Elon Musk y Donald Trump. Y pese a que Musk finalmente no forme parte del ejecutivo del republicano por presiones de su partido, las conversaciones en el ámbito privado influenciarán de algún modo en su buen amigo.
Algo de esto han debido ver los accionistas para que el precio de sus acciones se dispare un 14% en bolsa durante la negociación previa a la apertura de Wall Street: "lo más positivo de una victoria de Donald Trump será para Tesla y Musk", asegura Daniel Ives, analista de Wedbush Securities. Y vaya que sí lo será. La empresa de Musk vivirá un empujón como nunca antes ha vivido, aún con el miedo de que se pueda producir una ruptura en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
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