Tras la reciente actualización llamada NEXT, No Man´s Sky ha vuelto a estar en boca de todos, y no es para menos. Con la adición de una suerte de cooperativo, y una reestructuración general del juego, esta expansión trata de captar a todos esos jugadores que estuvieron interesados en un principio, pero lo dejaron correr por la cantidad de críticas que la obra de Murray acumuló en su estreno. No faltos de razón, la comunidad se sintió engañada por las promesas incumplidas, pese a que no era un mal juego tal y como podéis leer en nuestro análisis inicial en sí. No obstante, Hello Games, lejos de coger el dinero y huir, se han dedicado a mejorar constantemente su trabajo, añadiendo, desde su lanzamiento, una serie de grandes actualizaciones que lo acercaban cada vez más a ser el videojuego que la gente quería.
NEXT, pretendiendo ser el renacer de No Man´s Sky, le da un lavado de cara a muchas mecánicas del juego, al acabado gráfico y por supuesto, te promete la capacidad de jugar en cooperativo. En esta ocasión nos encontramos ante el estreno de la obra en Xbox One donde hemos podido elaborar un análisis sobre esta remozada versión que podéis leer a continuación.
Abandonado y sin recuerdos, nuestra aventura comienza en un planeta cualquiera junto a una nave espacial unipersonal en bastantes malas condiciones. Haciendo las veces de tutorial, nuestras primeras tareas serán arreglar los motores para salir de ahí y a partir de eso, el universo será todo el escenario del juego. Sí que es cierto que las primeras misiones, sin estar obligado a cumplimentarlas, son del todo recomendables ya que el juego se apoya en ellas para enseñarnos superficialmente todas las mecánicas básicas. Recolección, modificación, construcción, reparación...son algunas de las posibilidades que se nos presentan sin apenas darnos cuenta.
A partir de aquí, nuestra es la decisión de seguir la historia principal, dedicarnos a farmear recursos para alimentar nuestro Diógenes particular, o simplemente andar por ahí poniendo nombre a todo lo que vayamos descubriendo.
Como ya dijimos en el primer análisis, quizá el punto más fuerte del juego sea la exploración. Con tantísimas estrellas, con sus respectivos planetas, y formas de vida, andar saltando de un sitio hacia otro es de lo más divertido que podemos hacer, si es la curiosidad una de nuestras cualidades. Planetas desiertos, radioactivos, paradisíacos...hay de todo, con su flora y fauna autóctonas, esperando a que les demos un repaso con el escáner y, en caso de que nadie los haya visto antes, renombrarlos y registrarlos para todo el mundo.
Sin funcionar especialmente bien (desde que registras un nombre hasta que otro lo puede ver, pueden pasar hasta un par de días) resulta de lo más estimulante que un amigo tuyo vaya a ese planeta y te diga, “¡Anda, un Pecador de la Pradera salvaje!” cuando trata de fichar a ese canguro espacial al que tu habías visto antes. Toda esta exploración está apoyada en tres pilares que sustentan toda la base de la experiencia jugable: La recolección de recursos e interacción con el entorno vía la multiherramienta, tu nave, y tu supervivencia.
Pero eso sí, tienes que llenarle el depósito y esto convierte los paseos interespaciales en una actividad lúdica con un coste demasiado alto. Me explico: La nave actualmente consume tres tipos de combustible para tres acciones muy concretas: Despegar, viajar, y hacer hipersaltos entre sistemas solares. Puede parecer una bobada menor, y un motivo más para el farmeo (que también) pero hay que tener en cuenta que nuestro inventario está limitado por celdas, por lo que sufriremos las consecuencias de tantos tipos de combustibles.
Si bien es ampliable, tendremos ocupadas generalmente, tres ranuras para los tres combustibles (como poco). Esto significa que podremos cargar menos materiales al mismo tiempo, y que la alerta de inventario completo saltara continuamente. Lejos de ser un mal menor, al principio de la aventura no hace más que entorpecer nuestro avance. Rizando el rizo, que la nave utilice un combustible concreto para despegar, hace que, en pos de ahorrar recursos, uno trate de mover la nave lo mínimo, cosa que choca frontalmente con una filosofía de aventura y descubrimiento. Simplemente es una decisión de diseño cuya única explicación reside en acomplejar sistemas para meter con calzador profundidad al viaje espacial, complejidad que debería haberse enfocado en el propio pilotaje.
El mapa, santo grial de todo aventurero, tampoco mejora la situación. Para empezar, no podemos acceder al mismo si no estamos subidos en la nave y fuera de la atmósfera planetaria; planear los viajes en tierra para ahorrar el combustible de despegue (¿entendéis lo absurdo de la situación?) es cosa de otros. Aun así, y en el caso de que ya esté claro que nuestro destino sea otra estrella, nos vamos a encontrar con el último obstáculo, la comprensión y la navegación por la carta estelar. Lejos de ser intuitiva, es extraña y confusa, y para cuando nos hagamos a ella veremos que su utilidad queda relegada a los saltos entre sistemas solares.
Si por algo saca pecho la actualización NEXT es por el multijugador. El reclamo definitivo para los jugadores más sociales puede ser el factor determinante para que se realice o no, una compra. ¿Pero al final, en qué ha quedado la cosa? Pues ciertamente una de cal, y otra de arena.
Empezando por lo más importante, tenemos un cambio de sensaciones. Originalmente, cuando uno jugaba a No Man´s Sky, predominaba un sentimiento de soledad, auto descubrimiento, introspección; casi se le podía llamar un juego intimista. Sin ser lo que se promocionó en un principio, lo cierto es que como tal se ganó a cierto sector de jugadores solitarios que lo disfrutó como lo que era. Plan de relax en casa, tomándote algo mientras recorrías la galaxia simplemente funcionaba.
Pero ahora esto ha cambiado de forma radical; con la inclusión de la tercera persona y el juego cooperativo (si queremos, que el juego no obliga a nadie), todo es igual pero diferente. Que diferente no significa malo; es mucho más divertido hacer todo en compañía. Desde recolectar recursos, a cazar piratas, todo se disfruta más con tus mejores amigos cerca, y si, para los dubitativos, estamos ante un multijugador real, y no aquellas bolitas de colores que había antes.
Pero amigos, el universo está repleto de cosas inexplicables, y entre ellas están ciertos elementos del propio cooperativo de NEXT. Funcionando mediante instancias, para jugar con un amigo hay que, o bien unirse a su sesión, o que este se una a la nuestra. Lejos de, como podríamos pensar, ser una cosa sin importancia, resulta algo que afecta muchísimo a la experiencia final. Sin entrar en detalle, hay que destacar ciertos puntos muy concretos:
Si bien ningún videojuego se libra de bugs, alguna caída de framerate, y cosas así, en el caso de mundos abiertos, la depuración de los mismos es una tarea titánica, así que en un universo procedural ya ni hablamos. Para más inri, la brutal modificación de muchas bases del juego en NEXT ha provocado un aluvión de problemas nuevos. Esto, en resumidas cuentas, significa que, los cuelgues, gliches de terreno, cámaras bloqueadas y demás problemas tipo, son terriblemente frecuentes a día de hoy. No pudiendo clasificarse como injugable, puede ser muy incómodo y frustrante ver como se cuelga tu partida, y ver que el último guardado había sido hace 40 minutos (esto sólo me ha pasado una vez, pero vaya, ahí está). No obstante, están trabajando en ello, y prueba de esto es que llevamos aproximadamente cinco parches de corrección desde el lanzamiento de NEXT.
Lejos de ser el videojuego espacial definitivo que muchos esperaban, es sin duda un juego que, si el farmeo y el trapicheo es algo que disfrutas, te dará un buen porrón de horas de entretenimiento. Sigue sin ser un juego para el gran público, ni siquiera para los fans de la ciencia ficción. Con frecuentes contradicciones para con la aventura, lo disfrutarán más los jugadores más sedentarios, con su buena construcción de bases y alteración de entorno, y la capacidad de relacionarnos con los alienígenas de cada sistema, estrechando vínculos mediante el comercio o la realización de tareas.
En cuanto al multijugador, no puede dejar de verse como una oportunidad perdida ya que el regusto final es agridulce, aunque quién sabe, quizá en una próxima actualización refinen el sistema y le den brillo al diamante en bruto que es.