"El Vecino" es de esas series que llegan al catálogo de Netflix y que no generan un gran impacto debido a la gran cantidad de proyectos que la plataforma de streaming lanza semana tras semana. Un grave error, sin duda alguna, ya que se trata de uno de los 'guilty pleasure' más divertidos que nos ha dejado la productora durante el ya pasado 2019 (recordamos que esta serie llegó a finales de año), y sin duda alguna, la gran sorpresa de la ficción española de los últimos meses.
Aquí van cinco razones por las que no debes perderte este 'placer culpable' protagonizado por Quim Gutiérrez, un actor que da vida al superhéroe más irreverente y diferente que hayas conocido, y basado en una serie de cómics homónima que tampoco te debes perder.
Nadie puede poner en duda que Quim Gutiérrez es un gran actor de comedia, pero tampoco se puede negar que hay un tipo de personaje que le viene 'como anillo al dedo': hablamos de aquel protagonista que conocimos en "Primos", o que recuperamos con "Anacleto Agente Secreto": un completo 'panoli' que falla más que acierta y que logra traspasar la pantalla con un humor muy real y cercano.
No vamos a negar que pese a que escribamos cinco razones, aquellos seguidores de Quim Gutiérrez que se interesen en "El Vecino" van a encontrar su mejor motivo en su actor favorito, y es que el intérprete está mejor que nunca, ofreciéndonos a un superhéroe diferente que no sabe serlo, que se encuentra con dicha responsabilidad 'sin comerlo ni beberlo'.
José Ramón, el 'yonki' o la propia pareja del 'nuevo' superhéroe son personajes secundarios que generan tramas casi más atractivas que la protagonizada por Javier. No es que sean más importantes que el protagonista, es que sus historias están llenas de verdad, conducidas por grandes diálogos y un costumbrismo que nos provoca carcajadas al espectador que se acerca a "El Vecino".
Son personajes estereotipados, sin lugar a dudas, pero es que esta producción, amparada por el mismísimo Nacho Vigalondo, no necesita alejarse de esos moldes prototipos que contienen a personas que, si somos de barrio, reconoceremos a la primera de cambio.
Así es: Javier consigue llamar la atención por ser un superhéroe de barrio, teniendo las preocupaciones que tendría una persona como es él. No estamos ante superhéroes 'hiperrealistas' como los que vemos en "The Boys", sino frente a una persona que tiene sus preocupaciones, que se queda sin trabajo y sin pareja, y cuyo único amigo es un opositor que acaba de llegar a la gran ciudad para intentar concentrarse lejos de su familia.
Javier (Quim Gutiérrez) solo quiere aprender a ser superhéroe, pero solucionando sus propios problemas. No lo veremos, a priori, defender al mundo de una gran amenaza. Lo veremos enfrentarse a su día a día.
Hay que decir que estamos ante capítulos que, en su mayoría, duran menos de 25 minutos, siendo esto su verdadero caballo ganador. El humor de "El Vecino" funciona, sin lugar a dudas, pero si sus episodios durasen 50 minutos (o más) lo cierto es que su originalidad y su 'soplo de aire fresco' sorprendería mucho menos.
No solo funciona su humor gracias a los chistes que se desarrollan en el argumento: sus diálogos están escritos pensando en ser hablados, no en ser escritos, por lo que se aleja de la tirantez que se observa en otras series que cómicas que intentan ser reales, pero que no lo logran.
Además, se tratan temas como las redes sociales, la drogadicción o la dependencia al juego desde la sátira y la ironía, acercando la serie a ese costumbrismo rancio español del que hemos hablado, pero con mucho acierto.
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