Los dos episodios más recientes de El Gabinete de Curiosidades de Guillermo del Toro están basados en historias cortas de Lovecraft. Lo interesante es que los relatos escogidos no son los más famosos del prolífico escritor de terror. El horror cósmico está presente, pero no tiene el mismo peso que en La Llamada de Cthulhu o La Sombra Sobre Innsmouth.
El Gabimete de Curiosidades de Guillermo del Toro demuestra que la mente puede ser aterradora, en especial cuando alguien comienza a perder la cabeza. Esto es algo que dejan claro todos los relatos de Lovecraft, las paranoias y el miedo constante pueden convertir la vida en un sufrimiento agónico. Además, cuando las heridas están en nuestro interior no hay lugar seguro, nunca encontraremos un refugio. Es este elemento psicológico el que hace destacar a los dos episodios de entre los seis que ya hemos visto.
Al descubrir que Pickman pinta en el cementerio, Bill decide acercarse a él e intenta entablar una amistad. Al poco tiempo es invitado al estudio del perturbador artista, donde ve las obras más horribles hasta el momento. Estos cuadros lo dejan marcado y comienza a tener visiones de seres grotescos, similares a los de las pinturas. Tras estos incidentes, los caminos de ambos pintores se separan.
Con el paso del tiempo Bill olvida lo sucedido, hasta que un día Pickman vuelve a su vida. De nuevo, los perturbadores cuadros comienzan a tener efectos extraños sobre aquellos que los ven. Poco a poco envenenan las mentes de los seres queridos del protagonista, haciendo que enloquezcan. El final es un clásico de los relatos de horror cósmico: la oscura realidad es incomprensible y no podemos luchar contra ella ni derrotar a los seres que se esconden en sus sombras.
Esta historia tiene un inicio bastante suave, con una trama semejante a las de las películas de posesiones o casas encantadas. El argumento gira en torno a Walter Gilman, un hombre obsesionado con la muerte de su hermana gemela cuando eran niños. Él cree que hubo un elemento sobrenatural y por ello se dedica a buscar pruebas de personas con habilidades mágicas o espíritus en casas encantadas.
Cuando Walter “viaja” a la otra dimensión dentro de la casa de la bruja, dos criaturas extrañas lo visitan. Una de ellas es la hechicera que habitaba en el domicilio y la otra es una rata con cara de hombre. Ambos quieren usarlo para recuperar sus cuerpos y volver a la vida cuando intente traer de vuelta a su hermana. Así, la realidad y la ficción se funden en un frenesí terrorífico pero divertido.
Ambos capítulos han tenido la mejor puesta en escena y efectos de la serie hasta el momento. Los monstruos de estos episodios están diseñados a la perfección y son una mezcla de efectos prácticos y visuales. Además, los decorados y localizaciones crean una atmósfera densa y consistente que carga cada capítulo de tensión.
También encontramos dos de los elencos más potentes hasta el momento. Las actuaciones son efectivas y convincentes, dando a los personajes una mayor profundidad y personalidad. Todos estos elementos convierten al quinto y sexto episodio en entregas imprescindibles de El Gabinete de Curiosidades de Guillermo del Toro. Tras ver estas dos producciones tan ambiciosas, no puedo esperar a ver qué tienen preparado para nosotros en los dos últimos episodios.
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