Puede que ser famoso tenga sus aspectos positivos, como una abultada cuenta bancaria o un trabajo apasionante con el que conoces a muchísimas personas. Pero también guarda su lado negativo, uno que a Selena Gomez le ha tocado vivir en los últimos años por sus habituales cambios de peso. Algo, por otro lado, que le ha llevado a no aceptar su cuerpo tal y cómo es.
La actriz de Solo asesinatos en el edificio, que además también es cantante de éxito, ha hablado en más de una ocasión sobre este problema que le ha generado la inseguridad de las críticas del público. Al menos, Selena Gomez sigue siendo igual de guapa que antaño, y por mucho que algunos la intenten hundir, ella siempre va con la cabeza hacia arriba y encantada de hacer lo que hace.
En una de sus últimas entrevistas, habló en concreto sobre lo que le ocurrió en la MET Gala 2015: "yo varío mucho de peso. Recuerdo esta noche en específico. No me sentía bien con mi cuerpo". Fue entonces cuando se dio cuenta de que no podía tener el cuerpo que tenía a los 19 años, algo que muchos que realizan body shaming deberían de aprender.
Es hora de comprender que la gente cambia, crece y evoluciona. Y Selena Gómez sigue siendo tan bonita como el primer día. Que nada os engañe, ni las críticas ni cualquier otro comentario: es el momento de dejar atrás el culto al cuerpo y valorar los cambios físicos como algo natural.
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