Uno de los detalles más sorprendentes de la temporada final de 'El juego del calamar' es la incorporación del bebé de la jugadora 222 a las pruebas. Un elemento de la trama que muestra lo grotesco y retorcido que puede ser este juego en el que participan personas desesperadas por ganar millones de dólares, en muchos casos para saldar sus deudas.
Sin embargo, en redes sociales podemos leer comentarios de algunos espectadores que cuestionan el realismo del 'bebé'. Aunque se trata de un bebé bastante real, todo hay que decirlo, al mismo tiempo da la sensación de ser falso. Una sensación muy rara que hemos tenido casi todos los fans de 'El juego del calamar'.
Ahora que han transcurrido varios días desde el final de 'El juego del calamar', hablemos acerca del proceso de creación de un bebé que, en efecto, tiene poco de real.
"Construimos un robot con la forma y el peso de un bebé recién nacido. Tenía expresiones faciales y se movía como un verdadero bebé. Eso me ayudó mucho con mi interpretación", ha explicado a los medios Lee Jung-jae, el actor que da vida a Gi-hun en la serie, más conocido como Jugador 456.
Lo cierto es que el bebé tiene gestos muy reales, y al menos a mi, me impacta que sea un robot y no esté creado con CGI: existen pocas diferencias entre un bebé de verdad y este juguete robotizado más allá de lo evidente. Un trabajo de artesanía y tecnología que ha aportado veracidad al desarrollo de la tercera y última temporada de 'El juego del calamar'.
Lee Jung-jae también ha comentado el papel que tiene el bebé en la serie: "un bebé recién nacido representa la inocencia, y creo que hay otro tema que se expresa a través de su nacimiento: forma parte de la lucha de Gi-hun por proteger lo puro en un entorno brutal", de ahí el desenlace que tiene 'El juego del calamar'.
Si has llegado al final de la tercera y última temporada de 'El juego del calamar', sabes perfectamente que el bebé de la jugadora 222 es la única persona que logra ganar esta edición. Gi-hun, el jugador 456, se sacrifica para mantener a la pequeña con vida y que sea ella la que se quede todo el dinero de los juegos.
Aunque polémico y divisivo, no se me ocurre mejor final que este para 'El juego del calamar', un desenlace poético que me recuerda, por cierto, al final de 'El hoyo', siempre salvando las distancias. Un gesto de protección desinteresado el de Gi-hun que salva vidas.
NOTICIAS RELACIONADAS