Al final la venganza ha sido de Sálvame, y no de Mía es la venganza. La serie de Telecinco que vino para sustituir definitivamente a Sálvame tras su cancelación ha sido un fracaso de audiencias desde que comenzase aún con Sálvame Naranja en pantalla. Ni la promoción, ni el protagonismo de Lydia Bosch ni los esfuerzos por asentar el culebrón en la cadena han bastado para que esta serie fallida se mantenga por más tiempo.
Tras la emisión de 20 capítulos entre el 12 de junio de 2023 y el día de ayer, Mía es la venganza abandonará Telecinco muy pronto por cosechar una audiencia insuficiente de 828.000 espectadores y un 8,1% de media. Cifra que no deja caer episodio tras episodio, consiguiendo apenas una cuota del 7,3% de share y 735.000 espectadores en los capítulos emitidos durante el mes de julio.
Mía es la venganza se emitirá en Divinity tal y cómo era de esperar tras conocer sus primeros datos de audiencia. No obstante, hay 110 episodios grabados. Menos mal que Lydia Bosch ha confirmado que la serie diaria de Mediaset ha podido rodar un final cerrado, a pesar del poco tiempo de maniobra que han tenido sus guionistas.
La trama de Mía es la venganza, aún interesante en su premisa, no se ha explotado como hubiéramos esperado tras más de 20 capítulos: un trágico accidente desencadena un plan de venganza 20 años después. Un automóvil se precipita en un lago y comienza a hundirse en el agua. En el interior del vehículo se encuentran Sonia y dos niñas pequeñas que viajan en el asiento trasero ajenas al destino que les aguarda. Una de ellas logra salir a la superficie con Sonia; la otra, espera impotente la muerte. Dos décadas después, ninguna de las dos ha olvidado esa tarde, pero el pasado vuelve para destruirlas.
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