La Casa de Papel: Corea ha sufrido el problema de crear un remakemenos de un año después del final de la serie en la que se basa. Ni más, ni menos. He visto sus primeros capítulos, y puedo afirmarlo sin miedo, porque tengo la sensación de que sus responsables han tomado los guiones de la serie española, los han traducido al coreano, y les han añadido dos o tres referencias a la cultura de Corea para que pareciese otra. Y al final es como si Stacy Malibu se compra un nuevo sombrero: puede ser muy bonito, ir a la moda, pero la muñeca es exactamente la misma.
Sí, La Casa de Papel: Corea es la serie de Netflix más innecesaria
Cuando una productora decide hacer un remake, debe haber una razón de peso detrás. Por ejemplo, El callejón de las almas perdidas tuvo mucho sentido porque Guillermo del Toro prestó su estilo a un clásico ya visto décadas antes. Pero Quarantine, el refrito norteamericano de REC, fue un burdo intento de hacer dinero con una propuesta vista recientemente.
Por desgracia, La Casa de Papel: Corea se encuentra en el segundo grupo. Una serie que simplemente ha copiado el guion de La Casa de Papel en España, ha transformado a la Casa de la Moneday el Timbre en una Casa de la Moneda Coreana Unificada, y le ha colocado motivos asiáticos en la decoración. ¡Incluso por dentro es casi idéntica a los escenarios ya vistos en la versión española! Y no solo eso, porque los personajes se llaman todos igual, y salvo el origen de Tokyo, el resto parecen un copia y pega de sus respectivos en Madrid. Eso sí, sin el carisma necesario como para sucederles en el trono, y no morir en el intento.
Ojo, porque uno de los grandes problemas de la serie se encuentra en el personaje de El Profesor. Y creo que habiendo analizado con tiempo la idea de hacer un remake de La Casa de Papel, se habrían dado cuenta que era imposible hacerlo sin fracasar en el intento. ¿Es posible que haya alguna persona capaz de interpretar a este personaje con el magnetismo que le aportaba Álvaro Morte? Ni de broma. En serio, era mucho más fácil hacer una serie coreana basada en La Casa de Papel, en la que los atracos cometidos en nuestro país fuesen canon (es decir, hubieran existido), antes que obviar que existió una banda liderada por un narcisista como él, y formar una desde cero.
Eso sí, La Casa de Papel: Corea tiene más estilo visual que nunca
Al menos en lo técnico no defrauda. La Casa de Papel: Corea es una serie que brilla en lo visual, con secuencias vibrantes y decorados a los que les sacan mucho partido, en ocasiones, más que en la ficción original. Si bien el ritmo a veces es cansino (episodios de 1 hora y 20 que se eternizan, por mucho que ahora hayan estrenado solo 6 de 12), se contrarresta con potentes secuencias de acción y un set de rodaje muy creíble.
La Casa de Papel: Corea muere intentando encontrar su propia identidad
Lo he dejado claro ya, pero el máximo problema de La Casa de Papel: Corea es que muere intentando encontrar su propia identidad, cuando ni tiene personalidad, ni se la busca. Es una serie norteamericana más, sin corazón, y ni siquiera la premisa de estar ambientada en una Corea unificada se aprovecha como debe. Sus personajes son meras marionetas de la versión original española, y la historia es casi un copia y pega.
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