La Casa de Papel: Corea ya está disponible en el catálogo de Netflix, y aunque llega con tan solo 6 episodios (los otros 6 que forman parte de la primera temporada se estrenan más adelante), son suficientes para saber qué promesas ha cumplido, y cuáles no. Por ejemplo, visualmente es muy potente, pero narrativamente no pasa de remake burdo de la serie original. Aún así, son varias las preguntas generadas en torno al proyecto. Por ejemplo, ¿por qué la máscara de La Casa de Papel: Corea es diferente a la de Dalí, que vimos en la versión española?
Una de las características que hizo que La Casa de Papel se internacionalizara es sin duda el vestuario de los atracadores: de rojo, y con una máscara inspirada en Salvador Dalí con la que ocultaban sus rostros. En cambio, en la adaptación coreana la careta es diferente. ¿Cuál es su origen?
Puede que a nosotros, acostumbrados a La Casa de Papel, estas máscaras de Hahoe no sean tan atractivas como las inspiradas en Dalí, pero no puedo negar la historia que guardan detrás. Y si sirve para preservar una tradición ancestral, bien que hacen en utilizarlas en una de las series coreanas con mayor vocación internacional.
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