En esta ocasión, he llegado tarde. Pero he llegado. Como si de una llamada divina se tratase, volví a pagar Movistar Plus+ para ver La Mesías, la nueva serie creada por Los Javis. Y sí, Javier Calvo y Javier Ambrossi me siguen cayendo mal, quizás por haberlos visto más que a mi propia familia al ser jurados de Drag Race España e investigadores en Mask Singer, pero lo que hacen como creadores es algo único. Quizás es pasarme, pero la identidad vista en todos sus proyectos hasta la fecha es algo que solo había conseguido Pedro Almodóvar. ¿Son Los Javis los nuevos pupilos del manchego? Bien podrían serlo. Y lo que es mejor, con La Mesías aspiran a conquistar a un público internacional con su serie más arriesgada hasta la fecha.
Me da mucha pena que La Mesías se haya popularizado por algunos parecidos que se pueden sacar entre Stella Maris y Flos Mariae. Es cierto que la banda de música cristiana formada por estas hermanas cristianas católicas que cantan por una promesa hecha a la Virgen María guarda ciertas similitudes con Stella Maris, el grupo protagonista de la serie, pero más allá de ser 'hermanas' o de la estética de sus vídeos, el punto de vista de La Mesías es completamente diferente: aquí no importa tanto quiénes son Stella Maris, sino el proceso de desestructuración de una familia que ha terminado rompiéndose en mil pedazos.
Los Javis nos regalan su trabajo más maduro hasta la fecha, combinando el toque personal de Pedro Almodóvar y su pasión por el drama humano, con la perspectiva intimista de Ari Aster (algunos momentos te recordarán a Midsommar), el espíritu ochentero de Steven Spielberg que nos hizo disfrutar con Encuentros en la tercera fase, e incluso más de un guiño al polémico escritor J.J. Benítez y su Caballo de Troya. Porque La Mesías no es una serie acerca de Stella Maris como sí podría serlo una biografía de Flos Mariae (ahora Mariah's Pop); La Mesías es una serie de sectas y extraterrestres; de fanatismo cristiano y ateísmo puro y duro; de dolor y rabia.
A destacar en estos primeros capítulos que he visto el papel de Ana Rujas, quien supera lo visto en Cardo para permitirnos disfrutar de la mejor interpretación que veréis en 2023, ya sea en la ficción nacional o internacional. Carismática, rota de dolor, perdida en la vida... Su personaje es una mujer contra el mundo. Tampoco Macarena García se queda atrás, a pesar de que le cuesta arrancar al personaje y no es hasta mediados del capítulo 2 que empezamos a comprender quién es ella y por qué actúa de esta forma.
Dos pilares dan forma al guion de La Mesías: el dolor con todos sus matices y el fanatismo, no únicamente religioso. Los Javis actúan con inteligencia al comparar el fanatismo religioso con el fanatismo propio de programas como Cuarto Milenio y Horizonte, en un mundo repleto de desinformación y fake news en el que nos creemos todo.
Pero La Mesías es ante todo una serie bella. La fotografía del proyecto te acerca a todo lo que sucede en la vida de este grupo de personajes marcado por una situación trágica. La cámara se mueve con soltura, incluyendo algunos 'bailes' que brillan con luz propia en la pantalla. Probablemente una de las series más bonitas que jamás se ha rodado en España, con el mérito de ser, además, una de las más crudas en lo argumental.
Esta crítica no puede ser objetiva porque La Mesías me ha removido por dentro y soy incapaz de pensar con claridad. Seguramente muchos le saquen fallos al nuevo proyecto de Los Javis; e incluso sectores conservadores acusen a Javier Calvo y Javier Ambrossi de aprovechar el proyecto para atacar una vez más al cristianismo y al fanatismo religioso. Pero creo que lo más justo es aclarar que La Mesías es algo único en la ficción española; nunca se ha rodado una serie tan ambiciosa como esta. Y probablemente la industria tarde varios años en digerirla como se merece.
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