El género del survival horror está fuertemente arraigado a la industria a día de hoy. Resulta prácticamente imposible que no exista algún título a lo largo del año que se haga viral, ya sea por el nombre que arrastra consigo o, porque por motivos como el streaming o los gameplays va llegando a la gente a raíz del boca a boca.
Pero si miramos al pasado, hay ciertos juegos que sentaron una base para que el género esté tan popularizado a día de hoy; Amnesia: The Dark Descent fue uno de ellos. Ahora, tras el resultado que ofreció The Chinese Room con Amnesia: A Machine for Pigs, Frictional Games vuelve a tomar la batuta en el ámbito desarrolladory nos ofrece Amnesia: Rebirth, un título que se advierte algo distinto por focalizarse en la narrativa, pero que ni mucho menos abandona su marca de identidad.
Hemos completado el juego a fondo y estas han sido nuestras impresiones.
Luchando contra el olvido y el tedio
En el juego encarnamos a Tasi Trianon, una chica francesa que tras un accidente de avión se encuentra en el desierto y tendrá que sobrevivir al miedo, el dolor y la amnesia para hallar la respuesta a su pasado. El cliché parece estar servido al punto; protagonista que pierde la memoria para encontrarse a sí misma y sobrevivir en un ambiente hostil a medida que va resolviendo enigmas. Y no está lejos de la realidad, pues aunque en el fondo la historia de Tasi Trianon está repleta de elementos ya observados en anteriores juegos de terror como el infravalorado Harvester de DigiFX Interactive, Amnesia: Rebirth sabe luchar contra esos clichés y convertirlos en algo personal y por momentos innovador.
Gran culpa de esa lucha ganada ante la soporífera repetición de guion, la tiene la propia protagonista, alguien con quien Frictional Games ha acertado de lleno. No pasa mucho tiempo de juego hasta que empatizamos con Tasi Trianon, empezamos a conocer sus miedos, su pasado y vemos en ella una mujer sufridora, doliente pero que está dispuesta a llegar donde sea por sus objetivos.
La evolución en la personalidad de Tasi durante las ocho horas que dura el juego, nos lleva a estar ante lo que para muchos será el mejor guion de toda la saga. No es para menos. Tasi es un personaje lleno de ambición, de esperanza y de lucha por aquello en lo que cree que es correcto. Su largo peregrinaje a través de los diferentes escenarios nos ayuda a conocer a un personaje que nos ofrece un argumento sólido, bien construido y que gana enteros a medida que avanzamos en la historia.
Esta virtud conecta perfectamente con la estética que Amnesia: Rebirth se trae entre manos. La verdadera esencia del terror no reside en el sobresalto del jugador, no reside en la sorpresa de que ocurran cosas que no esperamos, existe en saber marcar perfectamente los ritmos y eso Frictional Games lo sabe.
Estamos ante un título que tendrá momentos en los que respirar la árida brisa de un desierto, la resolución de puzles en mitad de un emplazamiento paranormal y, como es menester, la intranquilidad que otorga tener a un enemigo pisándonos los talones.
Amnesia: Rebirth se siente como una historia donde lo común y lo sobrenatural se dan la mano, donde la intranquilidad está muy presente y en la que el juego del gato y el ratón queda, en gran medida, en un segundo plano, algo que para muchos jugadores puede resultar un error y para otros, un auténtico acierto. Si esperas de Amnesia: Rebirth un título donde la figura del monstruo te esté pisando todo el rato los talones de forma presencial, puede que el título no sea para ti, pero si deseas una buena historia de terror con sus momentos de pausa y reflexión, de intranquilidad y de huir del enemigo, es una gran opción para elegir tu próximo videojuego.
Sin embargo, hay algo que se siente negativo con respecto a otros títulos de la saga Amnesia. Si bien los enemigos están más presentes que nunca desde mitad del juego en adelante, Frictional Games no han sabido medir bien el pavor y el respeto que deberíamos mostrar ante el enemigo.
Da la sensación de que los enemigos no actúan con toda la inteligencia que sí hemos visto en otros títulos de survival horror; resulta sencillo darles esquinazo salvo en contadas ocasiones y se echa de menos esa aura terrorífica que sí recibían los enemigos en Amnesia: The Dark Descent.
Es un ejemplo más de que Amnesia: Rebirth se ha centrado en la narrativa más que en cualquier otra cosa y da la sensación de que han descuidado ese miedo al monstruo, donde muchas veces con avanzar en línea recta esquivando un poco su mirada basta. Sí son un poco más atractivas las veces donde tenemos que huir de ellos a toda carrera, evitando caer en sus garras, pero aun así, en este aspecto el juego se queda un poco vacuo.
A raíz de la anterior afirmación, el título también pifia en su dificultad. Hay contadas ocasiones donde los monstruos suponen un problema y si bien eso podría ayudar a remontar lo que hemos comentado anteriormente, más bien, lo acompaña. Existe un momento concreto en el título donde nos aparece un tipo de enemigo al cual deberemos evitar la mirada porque nos intentará consumir instantáneamente. Si caemos en las garras de este tipo de enemigo, nos será muy complicado librarnos de él; en caso de que perecer sea un hecho, si lo hacemos repetidas veces el juego interpretará por sí solo que no podemos superarlo y será capaz de ponernos más cerca de la salida o, como nos ha ocurrido, eliminar directamente al enemigo en cuestión. Esto resulta un auténtico error que se podría solventar de forma sencilla a través de un parche, pero a día de hacer este análisis, hemos experimentado esto un par de veces y no resulta especialmente agradable que en los pocos momentos de dificultad, nos echen una mano contra nuestros adversarios.
Amnesia: Rebirth es una extraña espiral de sensaciones, como una especie de montaña rusa donde tan pronto estás en la cúspide disfrutando de la historia, como tan pronto estás atrapado en un tedio y un constante fluir de errores en su planteamiento. Ese tedio del que hablamos reside principalmente en sus errores, pero también en sus primeros coletazos donde todo se resume en avanzar, contemplar, saber cómo actúa la oscuridad en nuestro personaje, comprender las funciones del amuleto que lleva Tasi para abrir pasadizos a través de las paredes y, en definitiva, conocer todo el planteamiento de una manera un tanto aburrida. Sin embargo, una vez traspasado ese umbral, el videojuego empieza a ganar fuerza a través del propio guion y también de sus puzles.
Es una pena que en el ámbito de los rompecabezas nos encontremos con un número algo pobre, porque resulta uno de los grandes aciertos del título. Desde la resolución de los típicos rompecabezas con simbología hasta algunos que requieren del ingenio y la vista para resolverse. Dichos puzles aparecen con más frecuencia a mitad del título y especialmente en emplazamientos sobrenaturales, pero son de lo más entretenido y un grandísimo acierto dentro de nuestra aventura. De hecho, son también bastante culpables de que la recta final del juego sea tan apasionante y atractiva, enganchando al jugador e impidiendo que abandone su sesión de juego.
Un mundo de luces y sombras
El mundo que se nos presenta en Amnesia: Rebirth resulta de todo menos repetitivo. Así bien las situaciones dentro de los emplazamientos pueden caer en esa espiral, Frictional Games han sabido crear un mundo repleto de luces y sombras, donde tan pronto Tasi será atrapada por la oscuridad, como tan pronto se encontrará vagando por el desierto buscando desesperadamente respuestas a sus múltiples enigmas.
Si bien puede resultar algo completamente decepcionante para el jugador que piense que el terror es oscuridad pura y dura, aquellos que sepan de las pausas, que gusten de la variación de escenarios, sabrán apreciar el gran acierto que ha hecho la desarrolladora con este cambio de rumbo.
Los pasillos iluminados de forma nula en los cuales tendremos que hacer uso de nuestro inseparable farol o de las cerillas, el desierto y su calor sofocante, las ruinas ambientadas con un tono verde azulado y carreras huyendo de la muerte en un exterior gris y sombrío, hacen que la gama de colores se explote completamente en Amnesia: Rebirth. La utilización de la luz y de las sombras resulta una vez más un acierto dentro de unos Frictional Games que jamás tuvieron problemas ni con Amnesia ni con la saga Penumbra en este punto.
Gráficamente el juego está dotado de un aspecto sencillo, sin hacer demasiadas cabriolas en las que el jugador se pueda sentir sorprendido, pero acudiendo a ellos siempre y cuando no estén metidos con calzador.
Gana mucho más en un aspecto sonoro que resulta clave para un survival horror, donde la respiración de los monstruos, su olfato o su pisada resultan determinantes para saber dónde se encuentra nuestro enemigo. Observar, escuchar y sentir, esas son las tres claves para sobrevivir en Amnesia: Rebirth.
Entre el cielo y el infierno
Hay títulos que generan dudas por sus grandes aciertos y sus defectos; Amnesia: Rebirth está justo en ese grupo. El título de Frictional Games sí nos hace partícipes de un mundo terrorífico, pero donde cabe más la congoja de esperar a un enemigo que verdaderamente nos cause problemas más allá de las situaciones en las que perdemos el respeto a nuestro enemigo por no darnos nada de miedo: se juega mucho más con el miedo psicológico y con aquello que pasa por nuestra cabeza, que con lo que verdaderamente se ofrece.
Pese a todo esto y aunque en ese aspecto resulte un poco decepcionante, Amnesia: Rebirth nos ofrece una historia muy bien llevada, con un ritmo correcto, giros de guion y la posibilidad de elegir dos finales distintos. Sus puzles, sus escenarios y el aspecto sonoro resultan atractivos y solo se nos queda como un título de aventura disfrutable, pero algo alejado del survival horror.
Al final de la historia queda la sensación de que se podía haber hecho algo más de hincapié en el término jugable, pero centrarse tanto en el guion trae sus principales problemas y eso es lo que le ha ocurrido a un Amnesia: Rebirth que, como su protagonista, vive una montaña rusa de sensaciones donde será el jugador quien decida qué pesa más y qué pesa menos.
Frictional Games trae de vuelta la saga Amnesia con Amnesia: Rebirth, un título que si bien cumple en el apartado visual, en la narrativa y en los puzles, se queda muy corto en el hecho de hacer que el jugador lo pase mal
Guion
Apartado gráfico
Jugabilidad
Ambientación
Probablemente la mejor historia de la saga Amnesia
Variación de escenarios bien construida
Los puzles son muy entretenidos
Los monstruos no imponen absolutamente nada
Como survival horror fracasa en hacerlo pasar mal
Dificultad bastante baja
La pérdida de gran parte de la esencia que tenía la saga