Burnout Paradise es una de esas obras que han marcado un antes y un después en el género de la conducción. El éxito de la obra fue indiscutible y, aunque desde entonces la saga Burnout no ha pasado por su mejor momento, el legado de Paradise queda aún en conocidas y exitosas franquicias que siguieron esta fórmula como pueden ser Forza Horizon o The Crew.
Ya han pasado más de 10 años desde su lanzamiento y, aunque la obra recibía en el pasado 2018 una remasterización para PlayStation 4, Xbox One y PC, ahora llega también a Nintendo Switch. ¿Consigue la obra seguir resultando igual de atractiva en la híbrida de Nintendo o se diluye en una adaptación que deja patentes las carencias de la consola? Si queréis saber la respuesta, acompañadnos en nuestro análisis de Burnout Paradise Remastered para Nintendo Switch.
Un antes y un después
Antes de entrar a hablar del trabajo realizado con esta adaptación, es de recibo comenzar explicando qué es Burnout Paradise y de dónde viene su éxito e importancia. El género de la conducción es uno de los más prolíficos dentro de la industria del videojuego; año a año se lanzan diversos títulos y cada uno de ellos cuenta con su esencia. Sin embargo, a grandes rasgos podemos dividir estas obras en dos categorías: los simuladores y los juegos más arcade. Mientras que en el primer grupo el objetivo es simular el comportamiento real de un coche y el jugador debe emplearse para manejar cada vehículo como un piloto profesional, los segundos abogan por la diversión y el desenfreno dejando de lado el realismo para ofrecer una apuesta más centrada en la diversión.
Y precisamente la saga Burnout, desde sus comienzos, era uno de los máximos exponentes de la conducción arcade. Correr a toda pastilla y chocar con el resto de corredores para dejar fuera de combate sus vehículos; ¡eso es Burnout! Sin embargo, desde Criterionsupieron darle una vuelta de tuerca con Burnout Paradise, incluyendo lo que entonces parecía toda una locura: un mundo abierto. Paradise City y sus alrededores están abiertos desde el primer momento al jugador, permitiéndonos conducir por todas sus carreteras, explorar los atajos y encontrar diferentes retos.
A pesar de que visualmente la ciudad puede parecer un poco muerta debido a una baja densidad de tráfico y ausencia completa de transeúntes (lógico también dadas las limitaciones técnicas), Paradise City conquistaba al jugador estando repleta de cosas que hacer. En cada intersección de calles, una prueba; en cada calle, un tiempo que batir; en cada travesía, obstáculos y vayas con las que chocar para desbloquear más coches. Paradise City se construía por y para el jugador; un paraíso que nuestros coches podían explotar.
De vuelta a la Ciudad del Paraíso
Tal y como afirmaba yo mismo en mi análisis de Burnout Paradise Remastered hace un par de años, esta remasterización es capaz de resultar todo un éxito. Si bien cuenta con algunos fallos derivados de las limitaciones técnicas del juego original (como una ciudad especialmente muerta y efectos visuales que no están a la altura de obras actuales), la experiencia sigue siendo muy buena y Burnout Paradise no ha perdido ni un ápice de aquello que le hacía divertido en estos 10 años.
La mejor noticia que podemos dar en este análisis es que todo lo dicho para la remasterización original sigue vigente en la versión para Nintendo Switch. El juego sigue luciendo de manera más que aceptable para los estándares actuales y la jugabilidad es un derroche de diversión con mucho contenido. Nada de ello cambia en Nintendo Switch, una consola que demuestra poder mover Burnout Paradise sin ningún problema.
Y es que el rendimiento, uno de los aspectos que más podrían preocupar (y más teniendo en cuenta ports recientes como el de The Outer Worlds), se mantiene realmente estable. Burnout Paradisecorre sin problemas en Nintendo Switch y, hasta en modo portátil, el juego es estable y permite disfrutar de una experiencia más que satisfactoria.
Conclusiones
Burnout Paradise es una obra sobresaliente. Burnout Paradise Remastered es una muy buena remasterización y actualización del juego original. Y Burnout Paradise en Nintendo Switch es, por suerte, igual de buena que la remasterización original. El salto a la híbrida de Nintendo se hace con un éxito total y Burnout Paradise Remastered consigue resultar una de las mejores experiencias de conducción arcade que podemos disfrutar en esta consola.
Un rendimiento bueno, un nivel gráfico aceptable para los estándares actuales y una jugabilidad sobresaliente más de 10 años después de su estreno original hacen de Burnout Paradise Remastered uno de esos juegos imprescindibles para los amantes del género. Nintendo Switch tiene una nueva joya en su catálogo.
Burnout Paradise Remastered da el salto a Nintendo Switch sin dejarse nada por el camino. Un buen rendimiento, gráficos que cumplen y una jugabilidad sobresaliente son los pilares que convierten a este port en una de las joyas del catálogo de Nintendo Switch y en un juego indispensable para los amantes del género en la plataforma.
Rendimiento
Gráficos
Jugabilidad
Duración
Un juego sobresaliente da el salto a una nueva plataforma
El port cuenta con un rendimiento muy bueno
La jugabilidad permanece intacta en esta adaptación
Gráficamente cumple con creces con los estándares actuales
La banda sonora es genial
Técnicamente se notan los más de 10 años a sus espaldas
Videojuerguista, lector y cinéfilo desde que tengo uso de razón. Hablo de videojuegos, cine, series o lo que me dejen. Incondicional del RPG clásico, lo indie y el wéstern. Me gustan los números y puedes encontrarme con una raqueta en la mano.