Durante las últimas semanas he tenido la oportunidad de explorar The Living Lands, el misterioso escenario donde se desarrolla Avowed, y puedo decir que las primeras impresiones pueden ser engañosas. Lo que inicialmente podría parecer "un Skyrim más pequeño" esconde una experiencia única que aprovecha las fortalezas narrativas de Obsidian mientras introduce mecánicas que refrescan el género de los RPG en primera persona. El estudio ha tomado lo mejor de sus trabajos anteriores y lo ha refinado en una experiencia que, aunque más contenida en escala, no lo es en ambición.
Obsidian nos presenta un mundo que desafía las expectativas tradicionales de los juegos de rol, construyendo un universo donde cada decisión, cada interacción, tiene el potencial de transformar radicalmente la experiencia del jugador. Eora no es simplemente un escenario, es un personaje en sí mismo: un mundo orgánico, complejo, que respira y reacciona a las acciones del jugador con una sofisticación que pocos títulos del género han logrado conseguir.
La propuesta de Avowed va más allá de la simple exploración o combate. Es una invitación a sumergirse en una narrativa profunda, a experimentar un mundo donde las líneas entre lo personal y lo político, entre la magia y la realidad, se difuminan constantemente. Cada rincón de este universo está diseñado para contar una historia, cada encuentro para desafiar las preconcepciones del jugador sobre lo que un RPG puede ser.
La historia que Obsidian quería contar
Este nuevo RPG en primera persona nos pone en la piel de un Enviado del Imperio de Aedyr, marcado por los dioses y enviado a investigar una misteriosa plaga conocida como la Peste de los Sueños. La narrativa se despliega como un complejo tapiz donde cada hilo representa una posibilidad, una decisión, un camino por recorrer. La historia comienza como una aparentemente simple misión diplomática, pero rápidamente se transforma en un viaje personal que desafía las estructuras políticas y sociales del mundo de Eora, revelando capas de complejidad que van mucho más allá de lo que inicialmente se presenta.
La manera en que Obsidian construye esta narrativa es magistral en su concepción, pero problemática en su ejecución. Las conversaciones, aunque bien estructuradas, adolecen de un exceso de diálogos que pueden resultar absolutamente prescindibles. El sistema de trasfondos del personaje añade una profundidad interesante, permitiendo respuestas únicas basadas en la historia personal del protagonista, pero esta mecánica se ve lastrada por la sensación constante de estar navegando por un mar de texto que no siempre conduce a puerto seguro.
El sistema de reputación se configura como uno de los elementos más interesantes del juego. Las acciones del jugador tienen consecuencias reales, modificando la percepción de las diferentes facciones y abriendo o cerrando oportunidades de una manera orgánica y creíble. Sin embargo, esta promesa de consecuencias significativas se diluye en una narrativa que, a pesar de su ambición, resulta fragmentada y difícil de seguir en muchos momentos.
Un elemento crítico que socava la experiencia narrativa es la ausencia casi total de cinemáticas. Los momentos culminantes, los giros argumentales que deberían ser puntos de inflexión dramáticos, se reducen a narraciones de estilo literario acompañadas de pequeñas imágenes. Esta decisión resta toda la épica y tensión que una historia de estas características merece, convirtiendo lo que podría haber sido momentos memorables en simples párrafos de un libro de texto.
Un sistema de combate sorprendentemente profundo
El combate se configura como el punto más brillante de Avowed, un sistema que logra equilibrar complejidad y satisfacción de una manera que pocos RPG han conseguido en los últimos años. El sistema de dos manos permite una personalización que va más allá de lo meramente superficial, transformándose en una verdadera herramienta de expresión del estilo de juego del jugador. La posibilidad de empuñar un grimorio y una espada, dual-empuñar pistolas, o combinar diferentes tipos de magia no es simplemente una mecánica, es una invitación a la experimentación táctica.
La variedad de combinaciones se ve limitada, sin embargo, por un sistema de mejora de equipamiento que resulta frustrante. La progresión de armas depende en exceso de la recolección de objetos dispersos por el mundo, lo que puede convertir lo que debería ser una experiencia de descubrimiento en una cacería tediosa de recursos. Cada nueva arma o mejora se siente menos como un logro y más como un obstáculo burocrático en el camino de la aventura.
La magia continúa siendo el elemento más sobresaliente del sistema de combate. Los hechizos no son simples herramientas de daño, sino elementos que transforman el entorno de combate de maneras espectaculares. El sistema de combos elementales permite combinaciones que van más allá de lo puramente mecánico, generando momentos de satisfacción táctica genuina. Congelar enemigos para luego hacerlos añicos no es solo una estrategia, es un pequeño momento de arte virtual.
Los efectos visuales y el feedback de impacto hacen que cada encuentro se sienta único, cada batalla una pequeña sinfonía de destrucción controlada. Sin embargo, esta sensación de grandeza se ve constantemente amenazada por la limitación en la variedad de enemigos, que rápidamente pasan de ser desafíos interesantes a rutinas predecibles.
Un mundo denso y vertical, pero con limitaciones
The Living Lands demuestra que el tamaño no lo es todo en el diseño de mundos de juego. Cada zona está construida con una verticalidad que desafía las convenciones tradicionales de los RPG de mundo abierto. Los edificios no son simples decorados, sino estructuras complejas y escalables que invitan a la exploración más allá de los caminos obvios. Las cuevas se despliegan en múltiples niveles, cada recovecos esconde secretos que recompensan la curiosidad del jugador más meticuloso, creando un sentido de descubrimiento que va más allá de la simple navegación de mapas.
Sin embargo, esta promesa inicial de exploración rica se ve rápidamente erosionada por la repetitividad de los elementos del mundo. Lo que inicialmente parece una diversidad de ecosistemas y criaturas se reduce pronto a un catálogo limitado y predecible de enemigos. Osos, hongos, reptiles, arañas, infectados y guerreros se suceden sin mayor variación, convirtiendo la exploración en una experiencia que rápidamente pierde su capacidad de sorprender. Las ciudades, lejos de ser espacios vivos y dinámicos, se transforman en escenarios casi teatrales donde los NPCs permanecen como estatuas, limitándose a pronunciar frases pregrabadas que rompen cualquier ilusión de mundo orgánico.
La densidad del mundo se ve comprometida por esta falta de profundidad en su poblamiento. Cada asentamiento, cada rincón de The Living Lands promete una historia, pero termina ofreciendo apenas un boceto de lo que podría haber sido. La verticalidad física del mundo contrasta dramáticamente con la horizontalidad de su desarrollo narrativo, creando un espacio que invita a la exploración pero que rara vez recompensa genuinamente esa curiosidad.
Compañeros y sistemas de progresión
Los compañeros se configuran como uno de los elementos más sólidos del diseño de Avowed. Kai, en particular, representa el mejor ejemplo de la capacidad de Obsidian para crear personajes tridimensionales que van más allá de simples herramientas de combate. Las conversaciones en el campamento no son meros diálogos de relleno, sino momentos de conexión narrativa que expanden la comprensión del mundo y sus conflictos. Cada compañero se siente como un individuo con su propia historia, sus propias motivaciones, que existe independientemente de las acciones del jugador.
El sistema de progresión busca romper con los esquemas tradicionales de los RPG, eliminando las clases predefinidas en favor de una flexibilidad que permite mezclar habilidades de diferentes árboles. Esta promesa inicial de libertad total se ve sin embargo limitada por un sistema de avance que resulta más restrictivo de lo que inicialmente parece. Ganar experiencia se convierte en un proceso tedioso, y las mejoras de hechizos y personaje no alcanzan la profundidad que cabría esperar de un título con las ambiciones de Avowed.
La personalización del personaje se siente así como una promesa incumplida. Mientras el juego ofrece la posibilidad teórica de crear builds únicos, en la práctica las opciones terminan convergiendo en estrategias similares. El sistema de atributos divinos añade una capa de complejidad que resulta más aparente que real, una sofisticación superficial que no termina de traducirse en experiencias de juego verdaderamente diferenciadas.
Apartado técnico y rendimiento
Técnicamente, Avowed mantiene un equilibrio delicado entre ambición y limitación. Los 60fps estables en la mayoría de los escenarios representan un logro notable, especialmente considerando la complejidad visual del mundo. El diseño artístico compensa las limitaciones técnicas con una dirección visual distintiva que logra crear atmósferas únicas en cada región de The Living Lands.
No obstante, estos momentos de excelencia se ven constantemente interrumpidos por problemas de rendimiento. Las caídas de frames en zonas pobladas, el popping visual que hace que texturas y elementos del mundo aparezcan abruptamente, socavan la inmersión creada por el apartado artístico. Es como un lienzo magnífico atravesado por líneas aleatorias que rompen su perfección.
El apartado sonoro se mantiene como uno de los elementos más consistentes del juego. La música ambiental evoluciona de manera sutil pero efectiva, creando atmósferas que complementan perfectamente los diferentes espacios y situaciones. Los efectos de sonido posicionales añaden una profundidad que compensa parcialmente las limitaciones visuales. Sin embargo, la ausencia de doblaje al castellano representa una barrera significativa para la inmersión, convirtiendo lo que podría haber sido una experiencia rica en una navegación constante de subtítulos.
Misiones y contenido: Entre lo brillante y lo rutinario
Las misiones secundarias revelan la naturaleza dual de Avowed, oscilando entre momentos de brillantez narrativa y experiencias absolutamente rutinarias. Algunas misiones logran capturar la complejidad moral que ha caracterizado tradicionalmente a Obsidian, presentando dilemas que van más allá de la típica dicotomía entre bien y mal. Un ejemplo se da incluso con los compañeros de equipo los cuales puedes perder o no conseguir si los cabreas o tus respuestas no están en resonancia con sus propios pensamientos o ideologías.
Sin embargo, esta promesa de narrativa compleja coexiste con misiones que resultan completamente prescindibles. Gran parte del contenido secundario se reduce a simples tareas de recolección, misiones de búsqueda o eliminación que carecen de toda profundidad narrativa. La economía del juego añade otra frustración a esta experiencia, con comerciantes que ofrecen equipamiento a precios desproporcionados en relación con los ingresos del jugador. Cada misión parece como una lucha constante entre la promesa de una experiencia rica y la realidad de un diseño que prioriza la cantidad sobre la calidad.
La progresión de contenido se ve lastrada por un sistema de experiencia que resulta excesivamente lento y poco gratificante. Cada nivel parece requerir un esfuerzo desproporcionado, diluyendo la sensación de progresión y transformando lo que debería ser un viaje emocionante en una serie de tareas cada vez más tediosas. Los tesoros ocultos y los encuentros opcionales, que podrían haber sido fuentes de emoción y descubrimiento, terminan convirtiéndose en meras casillas por marcar en un catálogo interminable de coleccionables.
Conclusiones
Avowed demuestra que Obsidian continúa siendo un estudio capaz de desafiar las convenciones del género RPG. Han creado una experiencia que, aunque más concentrada, busca innovar en aspectos fundamentales de la mecánica de juego. La combinación de exploración vertical, combate mágico y narrativa compleja apuntan a un título que aspira a estar por encima de los clichés del género.
Sin embargo, el juego adolece de inconsistencias fundamentales que impiden que brille en todo su potencial. La falta de doblaje, la narrativa fragmentada, los NPCs limitados y la variedad de contenido reducida lastran una propuesta que promete más de lo que finalmente entrega. La posibilidad de cambiar entre perspectivas, lejos de ser una innovación, termina siendo un elemento que socava la inmersión en lugar de potenciarla.
Lo más significativo es que Avowed representa un punto de inflexión interesante en la trayectoria de Obsidian. No es un fracaso, pero tampoco el salto revolucionario que algunos esperaban. Es un juego que demuestra la capacidad del estudio para crear experiencias únicas, pero también sus limitaciones para llevar esas ideas hasta sus últimas consecuencias. Cada elemento brillante viene acompañado de una serie de decisiones de diseño que parecen contradecir la visión original.
Ambientado en el mundo ficticio de Eora, presentado a los jugadores por primera vez en la franquicia Pillars of Eternity, Avowed es un juego de roles de acción y fantasía, en primera persona, del galardonado equipo de Obsidian Entertainment.
Eres el enviado de Aedyr, una tierra lejana, cuya misión es investigar rumores de una plaga que se propaga por Living Lands, una isla repleta de misterios y secretos, peligro y aventura, opciones y consecuencias, y una tierra salvaje.
Cambia y combina espadas, hechizos, armas y escudos para luchar a tu manera. Descubres una conexión personal con Living Lands y un antiguo secreto que amenaza con destruir todo.
Compañeros de una serie de especies lucharán a tu lado, con su conjunto único de capacidades propias. Desde un exmercenario hasta un excéntrico mago, formarán parte de tu viaje con opciones para formarlos a medida que los ayudas en sus tareas.
Avowed demuestra que Obsidian continúa siendo un estudio capaz de desafiar las convenciones del género RPG. Han creado una experiencia que, aunque más concentrada, busca innovar en aspectos fundamentales de la mecánica de juego. La combinación de exploración vertical, combate mágico y narrativa compleja apuntan a un título que aspira a estar por encima de los clichés del género.
Apartado gráfico
Apartado sonoro
Apartado jugable
Apartado artístico
Sistema de magia profundo y satisfactorio
Exploración vertical bien implementada
Personalización de personaje flexible
Compañeros memorables y bien escritos
Rendimiento técnico generalmente estable
Está en Game Pass
Artísticamente es precioso
Posibilidad de ser protagonista o antagonista
Narrativa ambiciosa con decisiones consecuentes...
Ingeniero de Telecomunicaciones. amante de SEGA y todo lo que tenga que ver con Sonic. Nintendero por bandera y Game Pass en el corazón. Muy fan de Halo y las sagas Gears of War o Forza. Siempre con mi Steam Deck en la mochila...
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