El paso del tiempo a veces provoca que los recuerdos se difuminen ligeramente. Tengo muy presente que los primeros momentos de mi infancia con una consola fueron con el Super Mario Bros de la NES, pero no puedo decir exactamente lo mismo de cuál fue mi primer RPG. Lo que sí ha quedado en mi memoria es que en aquella época comprendí que este género tenía algo distinto al resto de juegos: la posibilidad de decidir mi propio destino.
Los RPG han dejado tal huella en mi ser que he dado la turra con el RPG Enjoyer (disfrutador de juegos de rol) en la biografía de mis redes sociales. Hay muchas franquicias a las que tengo un profundo cariño: The Elder Scrolls, Mass Effect y, por supuesto, Fallout. Este último es una saga que nos tiene a la espera de un nuevo juego --me niego a contar a Fallout 76-- desde 2015. La buena noticia es que ha vuelto a aparecer Obsidian para llenar ese gigantesco vacío con The Outer Worlds 2.
The Outer Worlds 2 es la dosis que necesitábamos
Obsidian es sinónimo de RPG y, en los últimos 15 años, ha desarrollado algunos de los títulos más icónicos del género, como es el caso Fallout: New Vegas. Ese título que, a pesar de las limitaciones técnicas por el escaso tiempo de desarrollo, supo ganarse el corazón de tantas personas. Precisamente, de aquella experiencia nació en 2019 The Outer Worlds, un RPG en primera persona de ciencia ficción que tomaba parte de ese legado.
Tras seis años de espera aparece The Outer Worlds 2 con la fuerza necesaria para convertirse en esa dosis de los que añoramos otra entrega de Fallout. Es una secuela que está hecha con el mimo de un estudio que ha dominado el género. Ya no solo por hacer de este juego uno mucho más grande y ambicioso, sino también por darnos una experiencia de rol que va a complacer a la mayoría de jugadores. Con ese punto de partida nos adentramos a la pintoresca colonia Arcadia, donde somos un agente del Consejo de Administración de la Tierra.
El enorme peso de nuestras decisiones
Si algo me gusta en buen RPG es sentirme como parte activa del mundo en cuestión. Sentir que mis decisiones tienen peso. Y esto es algo que en lo que The Outer Worlds 2 no decepciona, debido a que nos ofrece constantemente una serie de dilemas ideológicos y morales que te harán pensar en cada una de las consecuencias. Es algo que ya pasaba en el anterior juego, pero aquí alcanza un escalón superior por las diferentes facciones que rodean la historia: el Protectorado, la Tita Ganga y la Orden de los Ascendentes.
Cada facción tiene sus respectivas motivaciones. Todas protagonizan un intenso conflicto por el control político y social de Arcadia en el que inevitablemente debes tomar parte. Sin embargo, este no es el único problema que pone en riesgo al sistema: la peligrosa aparición de unas fisuras en el espacio que amenazan con destruir todo a su paso. Con estos condimentos sobre la mesa, The Outer Worlds 2 le da al jugador las herramientas necesarias para desarrollar la historia a su gusto y sentir que cada paso es importante. Para ello, la base pasa por definir el trasfondo del protagonista, sus talentos y las ventajas que se desbloquean a partir de los talentos que desees reforzar en toda la partida.
En esa misma línea, tampoco puedo pasar por alto las llamadas flaquezas: característicasque se presentan, en función de tus acciones, como defectos de tu personaje. Además, el juego mantiene el nivel de personalización de armas y equipos, permitiéndote añadir diversas pasivas para moldearte a diferentes enfrentamientos. Cada uno de esos elementos me permitieron dar forma a mi protagonista, cuya fortaleza estaba enla Persuasión y la Observación, además de tener una fuerte tendencia a la ludopatía. Esto es un simple ejemplo de las diferentes opciones que ofrece The Outer Worlds 2.
El fino arte de la sátira
Pero al margen del factor RPG, una cosa que yo he disfrutado realmente es el tono satírico de todo lo que rodea el mundo de The Outer Worlds. Es posiblemente uno de los juegos que más me han hecho reír en el último año, especialmente por la forma en la que ridiculiza a la mayoría de los personajes y a los grupos que gobiernan en Arcadia. Hay burlas muy ingeniosas al capitalismo más corporativo, al fanatismo religioso y al militarismo. No hay nadie que se salve en un guion que también destaca por construir buenas conversaciones.
En esa misma construcción narrativa tenemos a la tripulación que acompaña al protagonista. Diferentes personajes (seis en total) que también cuentan consus trasfondos y motivaciones. Muchas veces van a coincidir con nuestras acciones o decisiones, pero en otras oportunidades no van a dudar en reprocharnos o incluso abandonar el grupo. Algunos están mejor escritos que otros, pero en líneas generales son acompañantes que se diferencian mucho por su respectivo origen en Arcadia. Además, las misiones de personajes están bien planteadas, porque ayudan a dar cierto desarrollo a la tripulación y a mejorar sus habilidades.
Una secuela más ambiciosa, aunque arrastra viejos problemas
Antes comentaba que The Outer Worlds 2 es una secuela ambiciosa. Tanto por la escala del conflicto como por la inclusión de algunas cinemáticas que ayudan a darle un toque más épico. La exploración se siente más satisfactoria, no solo por la variedad de escenarios, sino porque ahora el inventario deja de ser una carga: ya no tenemos que preocuparnos por el peso de los objetos, algo que en el primer juego limitaba el movimiento del personaje. El combate gana un poco más de ritmo por las habilidades y las armas que invitan al jugador a experimentar constantemente. Sin dejar de lado el añadido de una cámara en tercera persona con animaciones que están mejor de lo que esperaba, al menos en comparación a Avowed.
Eso sí, no todo es color de rosas. El juego arrastra viejos problemas que siguen sin solucionarse. Lo más significativo es que la IA de los enemigos y acompañantes hace honor a los Fallout de hace más de una década. Los combates tienen su cuota de dificultad por la precisión de los enemigos, pero el básico comportamiento de los NPC hace que los tramos de sigilo se sientan menos inmersivos. Es muy fácil hacer ciertas misiones si evitas los enfrentamientos.
Otro vicio que mantiene la secuela de The Outer Worlds es un sistema de menús que te obliga a navegar constantemente entre pantallas, rompiendo el ritmo de la partida. Misma sensación que tienes al ver varias pantallas de carga entre los viajes a los planetas o internamente entre las zonas pobladas de las localizaciones. Son detalles que no arruinan la experiencia, pero sí impiden que el juego alcance todo su potencial.
Conclusión
The Outer Worlds 2es otra demostración de que Obsidian se mueve como pez en el agua en el género RPG. Sin la necesidad de desarrollar mundos tan masivos, el estudio se las ingenia para ofrecer una historia más grande, un guion que triunfa en el humor satírico y una estructura narrativa que te hace sentir parte activa de lo que sucede en la colonia Arcadia.
Quizás no sea técnicamente el juego más sorprendente de la actual generación por las animaciones faciales de los personajes o las numerosas pantallas de carga, pero tiene la suficiente profundidad para aquellos que busquen un gran RPG en primera persona. Es la dosis que todos necesitamos, especialmente en una época en la que seguimos esperando con ilusión a que otras franquicias puedan dar un paso al frente.
The Outer Worlds 2 es indudablemente otra prueba que eleva a Obsidian como uno de los estudios más sólidos del RPG moderno. A pesar de arrastrar algunos problemas del pasado, se trata de una secuela más ambiciosa y divertida, repleta de personajes interesantes y con una narrativa que te hace sentir parte del conflicto en la pintoresca colonia Arcadia.
Apartado gráfico
Apartado jugable
Apartado narrativo
Apartado artístico
El guion y el tono satírico de la historia
El valor rejugable por la personalización y las diferentes bifurcaciones
Una narrativa que engancha por las constantes decisiones morales
Exploración más satisfactoria por el diseño de los escenarios
Mayor variedad de misiones secundarias
La inclusión de algunas cinemáticas añaden más épica a la campaña
La floja IA de los enemigos resta demasiada inmersión al combate y al sigilo