¿Era necesaria una revisión de un título que pasó desapercibido como es Fairy Fencer F? Esta pregunta os la estaréis haciendo muchos lectores que estéis leyendo el análisis en estos momentos, pero la respuesta dependerá de cada uno de vosotros. En Areajugones, toda revisión es bienvenida, y si es para mejorar algunos de los puntos flacos de los que disponía el título, mucho mejor.
No vamos a mentir: Fairy Fencer F: Advent Dark Force no se convierte en un título sobresaliente porque sigue teniendo errores pertenecientes a la mayoría de títulos de las sagas de Compile Heart, pero sí que se ha transformado en una gran alternativa en una época en la que nos llega mucho rol de Japón y en la que tenemos mucho donde elegir. Fairy Fencer F: Advent Dark Force es un título notable, con muchos detalles bien trabajados, pero con otros elementos más anodinos.
La historia de Fairy Fencer F: Advent Dark Force no inventa la rueda. Es más, al quitar el juego nos olvidaremos de lo que trataba en un par de horas. Pero lo más importante es que la historia de un joven que encuentra una espada con un poder místico está llena de humor, elemento vertebral de toda la obra. Porque a pesar parecer en un primer lugar un juego mucho más serio que la franquicia Neptunia, los personajes están tan bien caracterizados que aunque nos olvidemos del nombre de ellos, su forma de expresarse y sobre todo, su sentido del humor, nos recordarán quienes eran.
Una de las premisas de la historia es la búsqueda de decenas de armas por lo ancho y largo del mundo mientras vamos derrotando a terribles enemigos. Todo ello bajo el contexto de una guerra ancestral entre el bien y el mal, representados ambos bandos por dioses enfrentados. Como decimos, la premisa es básica y seguro que habéis jugado algún videojuego con una trama parecida (incluso los más conocidos del género japonés se basan en muchas ocasiones en una historia entre el bien y el mal).
Sí podríamos dejar claro que pese a que hay fanservice y algunas escenas subidas de tono, el videojuego es cierto, como hemos dicho al inicio de este apartado, que se torna más serio e intenta crear una atmósfera diferente a la de la saga Neptunia, de la que bebe mucho más que los diseños o el sistema de combate.
La historia se desarrolla, como en otros videojuegos de Compile Heart, mediante viñetas bastante estáticas que beben mucho del género de la novela visual. Desde Areajugones creemos que la desarrolladora ya ha aprovechado demasiado esta manera de presentar el argumento, y pese a que sigue entreteniendo (aunque haya escenas que dure más de veinte minutos), es hora de ir pasando a la creación de situaciones más complejas utilizando el propio motor del videojuego. Quizás esta era la ocasión perfecta de haber logrado dicho cambio, ya que podrían haber logrado una versión llamativa de un videojuego que simplemente se queda en correcto, en parte lastrado por este modo de contar la historia.
Sobre los contenidos nuevos de esta versión, tenemos a nuevos personajes, nuevos segmentos de historia que pretenden mostrar más en profundidad a los protagonistas y diferentes cambios jugables que comentaremos más adelante pero que, sinceramente, no suponen un cambio muy grande respecto a la versión de PlayStation 3.
No lo vamos a negar: cada título de Compile Heart que se lanza y no se titula Neptunia, parece una versión diferente de su saga estrella pero con otra skin. Es algo que mientras vamos jugando se nos va yendo de la cabeza porque hay elementos diferenciadores como la historia, el mundo, o incluso el motor gráfico (Fairy Fencer F: Advent Dark Force luce algo por debajo que la última entrega de la saga Neptunia), pero el sistema de combate sigue teniendo reminiscencias demostrando que el estudio está muy cómodo en aquello que sabe domar perfectamente.
Así, tenemos un sistema por turnos en el que podemos atacar mediante ataques básicos, habilidades o magia, a uno o varios enemigos según estemos colocados en el tablero. ¿Qué quiere decir? Por ejemplo, cada habilidad tiene un rango de ataque y a la hora de colocar a nuestro personaje en posición de ataque, es esencial que cubramos al mayor número de enemigos para: primero, ejercer un mayor daño; segundo, poder incluso derrotar a varios enemigos a la vez; y tercero, poder lograr un gran número de combos.
Por supuesto, el orden de los turnos puede variar en el combate según las acciones que realicemos, y los enemigos que vayamos derrotando; incluso podremos encadenar dos o más ataques si vamos eliminando al próximo enemigo que aparece en la lista situada a la izquierda de la pantalla.
Otro comando especial es “Fairize”, una habilidad devastadora que permite aumentar nuestro poder gracias a una transformación (de nuevo, elemento presente en la saga Neptunia). Esto será esencial a la hora de enfrentarnos a enemigos que nos pongan en un apuro, aunque comenzando en el nivel de dificultad medio no hemos encontrado ningún problema a la hora de enfrentarnos contra los jefes finales, por lo que no se trata de un juego difícil o complicado.
Los cambios jugables son mínimos, y se tratan más de ajustes que de otra cosa: está el selector de dificultad que hemos mencionado antes, podremos controlar hasta a seis personajes en el campo de batalla (antes el número se reducía a la mitad), algunos enemigos son más complicados de derrotar, y de nuevo, hablando de la historia, ésta se divide en tres rotas que cambiará la forma en la que los personajes van mostrando su desarrollo psicológico. Hay otros ajustes menores que, si habéis jugado al videojuego original, notaréis y agradeceréis, pero que no suponen una mejora sustancial.
Ya fuera del apartado de los combates, sigue siendo bastante pobre el sistema de mapeado del que dispone Fairy Fencer F: Advent Dark Force, ya que de nuevo se apuesta por un tradicional menú de selección en vez de un mapamundi tradicional en el que movernos como tienen otras sagas (hablando de entregas clásicas) como Final Fantasy o Dragon Quest. Aseguramos que añadiendo un mapamundi como debe ser, y ciudades a recorrer libremente, el juego mejoraría varios enteros aunque su apartado gráfico fuese el mismo. ¿Quizás para una hipotética secuela?
En cuanto a la duración, pueden superarse las treinta horas fácilmente yendo de una forma bastante rápida. Si eres de los que se toma el género de una forma más pausada, podría durante diez horas más. Es un punto en el que cumple de sobra, como suele ocurrir con las producciones japonesas.
No estamos ante el mejor apartado gráfico de un juego de rol en PlayStation 4 (y eso que hasta el momento, hablando de los juegos más japoneses, el listón no está muy alto), pero sí que cumple en dos apartados esenciales: el modelado de personajes y la representación de las escenas al más puro estilo de una novela visual. El primer apartado, el modelado, como todo juego de Compile Heart es lo más cuidado dentro del motor gráfico del juego en sí, y en la exploración de mazmorras o en todos los combates, es el elemento que más destaca (por encima de unos escenarios sosos y vacíos). El segundo apartado, la novela visual, se vale de diseños de gran alto nivel y un gran colorido que atrapará a los que estén habituados al género.
En cuanto a los escenarios, son igual de vacíos que cualquier otro juego de la empresa. Ya sea Omega Quintet, Neptunia o éste Fairy Fencer F: Advent Dark Force, Compile Heart no sabe aprovechar al máximo su corto presupuesto para crear escenarios dotados de vida: ya no hablamos de mejores texturas (algunas parecen un remodelado HD de una textura proveniente de PlayStation 2), sino de la creación de escenarios con elementos característicos que nos hagan explorarlos al máximo.
Igualmente, hay una gran mejora respecto a la entrega original, y es la mejora del rendimiento, ya que en PlayStation 3 el videojuego tenía numerosos problemas de framerate pese a tener un apartado gráfico normalito en comparación con otras obras. Ahora todo luce más fluido y pese a la existencia aún de alguna ralentización, es totalmente jugable.
Respecto al sonido, podríamos destacar una banda sonora bastante buena, con temas pegadizos y que acompañan en todo momento a las situaciones, aunque suenan reiterativos si has jugado a otros videojuegos de la compañía. El doblaje es correcto y pese a que hay alguna voz que molesta, no es nada grave.
Para ir terminando, aclarar que pese a que Compile Heart tiene muchos fans (yo entre ellos debido a su saga Neptunia), también tiene detractores. No podemos dejar pasar por alto el uso ya reiterativo de una fórmula que se va extinguiendo. El uso reiterativo de mapas de selección, las mazmorras clónicas y carentes de vida y un sistema de combate bueno pero reciclado de otras sagas de la compañía, hacen que Fairy Fencer F: Advent Dark Force no destaque.
Si estuviéramos en un mundo en el que Compile Heart mantiene las separaciones entre franquicias a buen nivel, creando diferentes modos de juego para cada proyecto, y no reutilizase demasiado sus propios conocimientos, Fairy Fencer F: Advent Dark Force y otros proyectos como Omega Quintet habrían resultado aún mejores de lo que son. En este caso, no deja de ser un juego correcto sin más, y una conversión normalita.