No son pocos los videojuegos que, en los últimos años, han apostado por traer de vuelta entregas antiguas y aclamadas por los fans para darles una segunda oportunidad a través de remasterizaciones o remakes. Y el género de la conducción es uno de los que ha aprovechado esta moda para traer de vuelta títulos tan queridos como Burnout Paradise. Ahora le toca el turno a Need for Speed: Hot Pursuit, cuya remasterización se anunciaba semanas atrás y llega ahora al mercado.
Nosotros ya hemos podido estar disfrutando del videojuego durante los últimos días y os contamos todos los detalles y qué nos ha parecido el regreso de esta aclamada entrega de Need for Speed en nuestro análisis. Acompañadnos en este texto si queréis saber más al respecto.
Hot Pursuit
Need for Speed: Hot Pursuit es una de las entregas más aclamadas de la franquicia dentro de su era de PlayStation 3. La inclusión de carreras asimétricas entre policías y corredores clandestinos y el hecho de poder ponernos en ambos bandos, fue algo que sin duda llamó la atención. Esto, unido a espectaculares modos en línea que aprovechaban el ‘boom’ del multijugador online en PS3 por aquel momento fue algo que, sin duda, conquistó a los fans.
Need for Speed: Hot Pursuit es un videojuego peculiar, y es que propone un juego del gato y el ratón en el que somos ambas partes en función de la carrera que escojamos y que influenciaría mucho al porvenir (menos aclamado) de la franquicia. Sin embargo, Hot Pursuit era un juego que aún mantenía ese espíritu arcade, alejado de la seriedad de una historia y en el que las trifulcas a alta velocidad entre corredores y policías no eran más que un juego de niños. Hot Pursuit era, prácticamente, un Scalextric vitaminado para PS3. Y eso fue lo que le valió su éxito.
Más allá de estos detalles, Hot Pursuit conquistó a muchos fans gracias a ser un videojuego de carreras accesible, variado, con un control satisfactorio y un apartado visual muy espectacular. Grandes valores de producción, un buen sistema de físicas y efectos visuales sorprendentes para la época le valían el amor de miles de fans. Pero, ¿se ha adaptado bien a las consolas de 2020?
Una gran remasterización
La versión que hemos podido estar jugando, que es la de PlayStation 4, nos ofrece una remasterización que, en lo técnico, resulta realmente buena. El trabajo realizado para llevar este videojuego de hace ya 10 años a las plataformas actuales llama la atención y el videojuego se adapta a la perfección.
A nivel de jugabilidad, el control sigue siendo sobresaliente. El coche no solo responde como esperamos, dando la sensación de que las derrotas y las victorias son completamente merecidas, sino que pese a los años que tiene a sus espaldas y la cantidad de obras de conducción sobresalientes que han llegado después, Hot Pursuit sigue siendo satisfactorio. La sensación de velocidad está muy lograda, la vibración del mando transmite los baches e impactos y, en general, sigue siendo toda una gozada jugar a Need for Speed: Hot Pursuit.
Desde el punto de vista gráfico, el juego disimula a la perfección sus años. Es cierto que no se trata de un remake sino de una remasterización, pero, a excepción de algunos detalles en los escenarios, Need for Speed: Hot Pursuit Remastered podría pasar perfectamente por un videojuego de PS4 recién salido al mercado. Los efectos visuales siguen siendo buenos, el colorido es agradable a la vista y las escenas de choques (con sus respectivos sonidos) son realmente satisfactorias.
Más allá de esto, el rendimiento de la obra es impecable, no contando con bajones de fps, bugs o tiempos de carga excesivos en nuestra experiencia. Como remasterización de Need for Speed: Hot Pursuit, este producto es prácticamente sobresaliente. Sin embargo, si lo comparamos al resto de juegos de conducción actuales, ¿aguanta el tipo?
Hot Pursuit en 2020
La mejor manera que se me ocurre para definir a Need for Speed: Hot Pursuit Remastered es hacerlo contraponiéndolo a Burnout Paradise Remastered. Como yo mismo explicaba en su análisis, el videojuego de Burnout era capaz de seguir resultando original, relevante y en muchos aspectos mejor que las obras más actuales que le imitan; pero era un título al que las costuras técnicas le pasaban demasiada factura. El caso de Hot Pursuit es el contrario: es un título capaz de resultar muy sólido a nivel gráfico y técnico, pero al que los avances en jugabilidad de esta última década dejan muy desfasado.
Si bien la conducción como tal sigue siendo de lo mejor que podemos encontrar en el ámbito arcade, prácticamente todo lo que la rodea se ha quedado anticuado. La campaña es completamente sosa, sin nada de miga y con un total de cero alicientes para continuar más allá de seguir conduciendo. El juego del gato y el ratón que son las carreras entre policías y corredores clandestinos se acaba haciendo repetitivo pasadas unas horas. Y el multijugador online, uno de los puntos más fuertes del juego original, se queda muy corto puesto al lado de obras como Forza Horizon 4 o el reciente Need for Speed Heat.
Desde el sistema de progresión hasta la (nula) personalización, todo el entramado jugable de Need for Speed: Hot Pursuit pide a gritos cambios más drásticos que una simple mejora de texturas y efectos visuales. La buena conducción no llega acompañada por nada más y, aunque eso puede que fuera suficiente para el público de hace 10 años, no lo es en absoluto ahora en 2020 cuando la conducción arcade ha dado obras tan redondas como las últimas entregas de la saga Forza Horizon.
Conclusiones
Need for Speed: Hot Pursuit Remasteredfunciona a la perfección como una simple remasterización de la obra original. EA trae de vuelta esta querida obra para que sean muchos los que se deleiten durante unas cuantas horas volviendo a recorrer los circuitos de una de las entregas de Need for Speed más queridas por los fans. Sin embargo, más allá de estas horas de encanto nostálgico, no hay mucho más.
Hot Pursuit no aguanta el paso del tiempo y los años pesan mucho sobre algunos sistemas como la progresión, la nula personalización o el multijugador online. La simple conducción no es capaz de mantener entre lo más alto de 2020 a un videojuego que se ve obligado a competir cara a cara con titanes como Forza Horizon 4 o Need for Speed: Heat, que son mejores en prácticamente todos los aspectos.
Need for Speed: Hot Pursuit sigue siendo un buen videojuego. Resulta divertido y ofrece unas cuantas horas de conducción frenética y desenfadada. Sin embargo, la obra queda lejos de mantener su grandeza en 2020 y los fallos que posee convierten este título, a otrora sobresaliente, en una obra simplemente buena.
Need for Speed: Hot Pursuit Remastered funciona a la perfección como un paseo nostálgico por uno de los títulos más queridos de PS3. Sin embargo, el juego se queda lejos de la grandeza que tuvo en su día, completamente desfasado en cuanto a multijugador, progresión o personalización por juegos de conducción arcade actuales que son mejores en prácticamente todo.
Jugabilidad
Gráficos
Variedad
Progresión
La conducción sigue siendo justa y satisfactoria
Gráficamente aguanta el tipo a la perfección
Un rendimiento excelente en PS4
A nivel jugable se queda desfasado
Sistemas como la progresión o la personalización no cumplen con los estándares
El online no está a la altura para competir con las obras actuales
Videojuerguista, lector y cinéfilo desde que tengo uso de razón. Hablo de videojuegos, cine, series o lo que me dejen. Incondicional del RPG clásico, lo indie y el wéstern. Me gustan los números y puedes encontrarme con una raqueta en la mano.