Que lo clásico siempre vuelve es un lema que ya está demasiado manido, pero no por ello, deja de ser cierto. Así pues, vivimos en una época en la que los juegos salen con sus versiones remasterizadas y no es de extrañar encontrarnos pequeñas joyas que vuelven para agradar a expertos y extraños de un título. PlayStation es la empresa por excelencia con esta praxis y el último juego en sumarse al catálogo de remasterizados ha sido Patapon 2 que vuelve con toda la diversión que lo llevó al éxito en 2009 en Patapon 2: Remastered.
Uno de los éxito que llevaba consigo Patapon era el de conseguir hacer un juego musical diferente pero con dos diferencias: el ritmo era la clave del progreso y, a su vez, el fondo tenía un ligero toque rolero que era de lo más atrapante. Es por ello que automáticamente, Patapon 2 sostenía su base, su verdadera miga, en algo tan sencillo y complicado a la vez como es seguir el ritmo. Pero pongámonos en situación.
Ritmo y precisión
En dicho
título manejaremos a los Patapons, que, dejándolo donde finalizó el primer
juego, sufren un revés del que intentan recuperarse poco a poco. En ese cruento
destino que la vida les ha preparado, entramos en juego nosotros, siendo una
suerte de divinidad que les ayudará a enfrentarse a los karmens. ¿Cómo
enfrentarse a estos enemigos en un juego en el que el ritmo lo es todo? A
través de los tambores, con los que ejecutaremos no solo los movimientos de nuestros
personajes sino la defensa, el ataque, etcétera.
Cuando nos disponemos a empezar una misión, y, preparados para convertirnos en un músico de diez, deberemos seguir los compases y el ritmo a la perfección a través de los cuatro tambores que se nos otorgan, cada uno representado con X, triángulo, cuadrado y círculo y con un sonido distinto en cada uno de ellos. Lo que a simple vista puede parecer sencillo, Patapon 2 (y toda la saga en general), lo convierte en una lucha contra la desesperación, la frustración y la rabia. No es un juego sencillo; es necesaria una concentración máxima para seguir avanzando y no perecer en el camino lo cual consigue hacerlo más especial de lo que ya es en su propio diseño.
El tempo
medido a la perfección será vital y no nos bastará con aporrear los botones como
locos para que nuestros simpáticos aliados nos hagan caso. Además deberemos
escoger perfectamente qué combos utilizar—siendo seis los disponibles—para
las distintas ocasiones en las que nos enfrentemos a nuestros enemigos. En Patapon 2 existen tres pautas que nos
pueden salvar la vida: pensar, ejecutar sin pausa pero con precisión y, por
supuesto, la equipación de nuestros soldados.
A medida que vamos avanzando a través de los niveles, se nos otorgarán recompensas que podremos utilizar para que en las siguientes misiones no nos utilicen como cadáver decorativo. Utilizando las indicadas para los distintos tipos de soldados que tengamos, las posibilidades de victoria serán mucho mayores. Amén de esto, será también clave evolucionar a nuestros soldados a través de la moneda básica del juego llamada ka-ching y de los materiales que deberemos recolectar.
Con la excusa de la recolección de materiales y ka-ching, podremos volver a hacer misiones que ya habíamos completado, pero es ahí donde Patapon 2 se propone sorprender y nos ofrecen nuevos retos, secretos, jefes y demás curiosidades que solo estarán disponibles para aquellos que quieran acceder a todas las curiosidades que ofrece el juego. Por si fuera poco, los minijuegos y las distintas novedades, ayudan a que nuestras ganas de jugar vayan siempre en aumento, no flaqueen y, lo mejor de ello, siempre parezca que va a ofrecer más y más.
Por lo que, si ya de por sí 30 niveles se antoja como un buen número, sumarle secretos añade más diversión a un juego que fácilmente podría superar las 30 horas de duración para completar todo lo que nos ofrece: ahí es nada.
Una remasterización con ligeros errores
Aquí es
donde Patapon 2: Remastered tiene
algo que ofrecer. Si bien jugablemente sigue siendo la misma máquina de
precisión y ritmo con los mismos añadidos que su versión original, en lo
gráfico pega un giro enorme y nos ofrece un trabajo bastante satisfactorio pero
con alguna que otra tara que corregir.
Es cierto, el juego se ve mucho mejor y si antes nos parecía colorido, preciosista, minimalista a su vez y con un diseño muy simpático, en esta ocasión todo se multiplica. Los colores son mucho más vivos, no tiene caídas, posee un acabado para los enemigos y los aliados de diez y, además, sigue manteniendo un aire nostálgico que nos recuerda a aquellas partidas en PSP para muchos de nosotros. Pero si bien en el acabado en sí es sobresaliente, el detalle de que los vídeos sean exactamente los mismos que en la versión de 2009 nos ayuda a salirnos un poco de que estamos ante un juego remasterizado. Si bien es una tontería y no dificulta ver con buenos ojos al título, molesta que no se hayan preocupado por darle una vuelta a dicho problema.
Si bien gráficamente tiene pequeñas taras, es de las pocas que nos podemos encontrar a lo largo del juego. El sonido sigue siendo un auténtico torbellino, sigue funcionando a la perfección y nos vuelve a poner en la cabeza aquellos cánticos de los Patapon que teníamos olvidados en nuestra cabeza y ahora nos acompañan de nuevo en nuestra rutina diaria. Son sonidos pegadizos dentro de un mundo que aprecia la cultura musical y que se mueve constantemente por un terreno de ritmo, precisión y armonía.
Conclusiones
Podríamos
decir que a Patapon 2: Remastered le
ocurre lo mismo que a sus compañeros de remasterización como LocoRoco. Es una oda a la nostalgia, un
volver a aquellos títulos de PSP que se nos quedaron en la memoria o que, por
alguna razón, nunca pudimos disfrutar y ahora lo podemos hacer de la mejor manera
posible. Son experiencias muy disfrutables a un coste por debajo de los 20
euros y, en el caso de Patapon 2:
Remastered es la incursión a uno de los mejores juegos de la consola con la
estrategia y la música dándose la mano a la vez que ofrecen un resultado
espectacular.
Patapon 2: Remastered trae de vuelta un clásico de PSP que mejora en todo la primera parte y lo hace con un nuevo lavado de cara pero sin ningún añadido jugable en su propuesta. Divertido, desafiante y lleno de secretos, es una auténtica experiencia hacerte aliado de estos simpáticos seres.
Diseño artístico
Sonido
Jugabilidad
Contenido añadido
Se sigue manteniendo igual de original que en su lanzamiento
Un juego con mucho contenido
Divertido y adictivo a la par que desafiante
El lavado de cara en la remasterización
A pesar de que el apartado gráfico es bueno, se han dejado algunas cosas sin pulir
La falta de añadido extra aprovechando la remasterización