Muchos son los que claman por un cambio de rumbo en la compañía californiana, sin embargo los números le dan la razón. Y es que, Call of Duty, la franquicia más famosa del género shooter, vuelve a repetir otro año como la más vendida del mundo. De esa forma, Activision cierra definitivamente 2016 con unos resultados de récord, colocando además, a su última entrega, Infinity Warfare como el videojuego más vendido del pasado año.
La saga está en un momento de esplendor, ya que, es la séptima vez en los últimos ocho años que se coloca en lo más alto de las listas de ventas. Así lo ha comunicado el CEO Eric Hirshberg desde el blog oficial de la compañía, en el que insta a seguir esforzándose y trabajando para mantener la marca lo más viva posible.
“Estamos muy agradecidos a nuestros jugadores por poner a Call of Duty de nuevo en lo más alto, y sabemos lo difícil que es lograrlo año tras año. Es por eso que apostamos por ofrecer innovaciones y una jugabilidad increíble para nuestros fans. Y tenemos un emocionante 2017 por delante”
Activision ya hizo un comunicado similar el pasado año, cuando Black Ops III se alzaba con el premio de juego más vendido en 2015, y la franquicia alcanzó la increíble cifra de 250 millones de copias vendidas. Además, la última entrega, Infinite Warfare consiguió proclamarse como el título más vendido en Estados Unidos durante 2016. Habrá que ver si son capaces de seguir reinventándose con futuros juegos y nuevas ambientaciones.
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