Seguro que tienes activado un sistema de seguridad en tu dispositivo móvil, ¿verdad? Ya sea un código, un reconocimiento facial o dactilar, un PIN... que sepas que Nintendo Switch 2 incorpora también un sistema de seguridad que bloquea la pantalla y que es muy recomendable activar, sobre todo si vas a utilizar tu consola fuera de casa o no quieres que nadie más pueda trastear con ella. Así puedes activarlo.
Se trata de un sistema de seguridad que añade una capa de protección a tu Nintendo Switch 2. Básicamente, se trata de incorporar un código PIN de 4 a 8 caracteres al iniciar la consola o cada vez que vuelve del modo reposo, sustituyendo a la simple pulsación de la pantalla (que puede hacer cualquiera). Para activarlo, dirige tus pasos al menú de Configuración.
Una vez dentro del menú Configuración de Nintendo Switch 2, ve a Sistema y busca la opción de bloqueo de sistema. Aquí tendrás que elegir tu código de 4 a 8 dígitos, que puedes introducir con el teclado numérico o más cómodamente desde los propios joysticks de la consola. Una vez hayas introducido tu código, tendrás que repetirlo. Asegúrate, eso sí, de apuntarlo o de recordarlo para evitar problemas, aunque podrás recuperarlo en ese caso a través de tu cuenta Nintendo.
Es una buena manera de mantener a las manos no deseadas fuera de tu Nintendo Switch 2, ya que cuando se ha intentado introducir el código varias veces sin éxito, la consola impone un tiempo de espera antes de poder volver a introducirse, haciendo que sea imposible acceder a cualquier otra función mientras tanto.
No hay que confundir este bloqueo de pantalla de Nintendo Switch 2 con los controles parentales que también tiene la consola, ya que estos continúan existiendo (y son complementarios) para añadir otra capa más de seguridad para los más pequeños de la casa. En este sentido, se trata de una capa de seguridad básica, como el sistema inicial de desbloqueo de cualquier dispositivo móvil.
Este sistema, además, satisface las peticiones de algunos jugadores de la Nintendo Switch original, que expusieron que el sistema de seguridad de la consola era demasiado superficial (o inexistente, en realidad). Con esto, es muy fácil evitar que si alguien que no deseas consigue llegar a tu consola pueda acceder al menú, jugar a tus juegos, alterar tus partidas guardadas o incluso hacer compras a través de la tienda digital.
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