
El otro día os compartí un artículo en el que hablaba del inicio de una de las cosas que mejores momentos nos ha regalado en la industria del videojuego: el doblaje. Podéis leer el artículo en cuestión en este enlace. El caso es que una vez que los juegos empezaron a hablar, pudimos conectar mucho más con los personajes, los juegos se volvieron más cinemáticos y emocionales. Y su evolución ha hecho que a día de hoy tengamos joyas con doblajes impresionantes.
Pero obviamente, hay algunos casos de doblajes horriblemente malos en videojuegos. Ya sea porque no se le puso el empeño suficiente o no se contrataron a actores de doblaje de calidad, algunos oídos terminaron sangrando. Pero... el hecho de que fuesen doblajes tan malos lograron que se volviesen legendarios. Aquí te hablo de siete ejemplos de esta índole.
Este juego fue uno de los pioneros en el género survival horror y quizá el más influyente de su época, creando una saga que se mantiene muy viva a día de hoy. Pero... su doblaje era vergonzoso. Pero también muy divertido. Una de las frases más legendarias que nos dejó este juego fue "You were almost a Jill sandwich!". Había frases mal actuadas, pausas muy extrañas y una entonación robótica... pero en conjunto, hicieron que este doblaje fuese totalmente icónico.
Este título fue revolucionario por muchas cosas, pero desde luego el doblaje no fue una de ellas. Los actores de doblaje parecían estar leyendo por primera vez un guion en sus vidas, sobreactuando muchísimo o con una inexpresividad abrumadora. Pero... precisamente esto contribuyó a que se convirtiese en un juego de culto.
Los The Elder Scrolls destacan por tener una inmensa cantidad de NPCs y una barbaridad de líneas de diálogo. Pero Bethesda decidió para Oblivion contratar muy pocos actores. Las transiciones de diálogo eran bruscas y sin apenas coherencia emocional, a pesar de que este juego contó con actores de doblaje de gran calidad como Patrick Stewart o Sean Bean. Internet se llenó en su época de compilaciones muy divertidas.
Teatral y ridículo. Esos quizá sean los adjetivos que mejor describen el bochornoso doblaje de este legendario juego de PS1. Y es muy fácil de recordar ya que la intro del título tiene un diálogo entre Richter y Drácula que parece doblado por actores amateurs en una primera toma. Pero... ¿qué sería de este juego si no hubiese tenido este doblaje? A ver, seguramente habría sido igualmente exitoso, pero algo menos recordado.
Este juego es uno de mis favoritos de toda la generación de PS4. Una absoluta genialidad a nivel de jugabilidad y ambientación, con escenarios impresionantes y unos gráficos que sorprendían mucho incluso en ese año. Pero lo que no era tan genialoso era su doblaje, concretamente el castellano. La protagonista de por sí tenía poco carisma, pero el horrible doblaje que tenía lo empeoraba aún más. Aunque reconozco que es muy gracioso, y ese punto cómico le sumó algunos puntos.
Yu Suzuki, el creador de Shenmue, quería un doblaje en inglés que sonase "natural". Algo normal, ¿cierto? El problema es que los actores no sabían cómo sonar naturales, y eso resultó en una mezcla entre diálogos robóticos o de turistas confundidos. La entonación plana de Ryo Hazuki es historia viva del doblaje accidentalmente cómico.
Para este juego de rol medieval se le pidió a los actores de doblaje que sonasen "épicos". Pero el resultado fue que exageraban tanto que era absolutamente hilarante escucharlo. Por lo demás, el título no destacó tanto como otros del mismo género, pero sí que consiguió llegar vivo en la mente colectiva de los jugadores hasta el día de hoy gracias a este gracioso doblaje.
El doblaje es algo necesario en los videojuegos, al igual que la localización (aunque muchos prefieran las versiones originales). Solo suman y nunca restan. E incluso esos doblajes tan bochornosos resultan graciosos y hacen que estos juegos sean aún más memorables. Si bien siempre es mejor un buen doblaje, no está de más que de vez en cuando encontremos caso así, ¿verdad?
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