Sony ha presentado los resultados financieros del cuarto trimestre del año fiscal 2024-2025, y aunque la división de PlayStation logra mantenerse a flote gracias a terceros y servicios online, los números pintan bastante mal en lo que debería ser su principal fortaleza: las consolas PlayStation 5. No es una lectura catastrofista, sino que los números están para analizarlos, como veremos a continuación.
Durante los tres últimos meses, PS5 vendió solo 2,8 millones de unidades, una cifra muy por debajo de los 4,5 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. Esto representa una caída interanual del 37,78 %, confirmando la tendencia negativa en las ventas de hardware, que solo remontaron puntualmente en el tercer trimestre gracias a una campaña navideña excepcional.
En total, el año fiscal se cierra con 18,5 millones de consolas vendidas, 2,3 millones menos que el año anterior, y Sony ya anticipa que el ritmo seguirá bajando en los próximos trimestres. A pesar de alcanzar los 77,8 millones de unidades vendidas desde su lanzamiento, PS5 apenas mantiene el ritmo de PS4, con la desventaja de haber subido dos veces de precio en medio de un clima económico más adverso.
Las malas noticias no acaban ahí. Mientras que las ventas de juegos en general crecieron gracias a las editoras externas, el rendimiento de los títulos desarrollados por PlayStation Studios ha sido preocupante. Durante el último trimestre, solo se vendieron 5,9 millones de juegos first-party, lo que supone una caída del 52 % respecto al año anterior. En total, la división cerró el ejercicio con 28,9 millones de juegos propios vendidos, una bajada de 10 millones frente al periodo anterior.
Si bien los 76,1 millones de juegos vendidos entre PS4 y PS5 en el último trimestre representan un aumento del 4,8 %, la dependencia casi total de los third-party pone en evidencia la falta de grandes lanzamientos propios por parte de Sony en los últimos meses.
La única señal clara de crecimiento llega desde PlayStation Network, que registró 124 millones de usuarios activos mensuales, mejorando los 118 millones del año anterior. Este crecimiento, sin embargo, no compensa el descenso generalizado en las ventas de hardware ni el debilitamiento del catálogo exclusivo.
Con un 2025 que se antoja complicado para la compañía nipona debido a los nuevos aranceles, junto a precios más altos y menos juegos propios en el horizonte inmediato, Sony se enfrenta al reto de reconducir la situación antes de que la inercia del éxito de PlayStation 5 se agote definitivamente.
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