Uno de los puntos más polémicos y debatidos del pasado E3 fue la presentación de los nuevos modelos de Xbox One y PlayStation 4 que, lejos de remoldear su estructura e incrementar su capacidad de memoria, representarán una evolución técnica cuyo cometido radicará en potenciar las prestaciones respecto los modelos previos. A nivel de usuarios esta estrategia comercial no ha calado hondo, pero a nivel industrial las empresas adulan la iniciativa y apoyan la transformación técnica que conllevará.
Entre las desarrolladoras más prestigiosas, Electronic Arts, Ubisoft, y Take-Two han hablado recientemente sobre la incidencia de estos modelos en el futuro, y sus expectativas se tornan sumamente optimistas. Entre ellos, un directivo de EA garantizó que esta revitalización propiciará el éxito de la nueva generación y traerá un futuro "positivo para la industria y para todos los socios comerciales, así como los jugadores".
Uno de los aspectos que señalaron positivamente fue la compatibilidad con los juegos de los modelos clásicos, característica que tiende a difuminarse tras la inclusión de una nueva generación. Tanto los juegos de PlayStation 4 como los de Xbox One serán compatibles con los nuevos formatos de consola. "Lo bonito es que no van a dividirse las comunidades", dijo el mismo directivo. "Y yo creo que es importante que cuando se ha estado jugando a un juego durante muchos años y se ha invertido una gran cantidad de tiempo pueda seguir disfrutando del mismo título", añadió respecto la compatibilidad.
El jefe de Take-Two, Strauss Zelnick, por su parte, aplaudió la posibilidad de escoger dos opciones paralelas las cuales no perjudiquen gravemente a una de las partes -refiriéndose a la coexistencia del modelo clásico y del evolucionado-. "Vamos a llegar al punto en que el hardware se convertirá en un telón de fondo", aseguró el directivo.
Scorpio podría lanzarse a lo largo de 2017 mientras que Neo podría estar fechada para este mismo año, aunque no existen confirmaciones definitivas.
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