Hace poco volví a pasarme algún que otro juego de la saga Kingdom Hearts, y no sé si es la edad o qué, pero en estas vueltas me he ido percatando de ciertas cosas que no pude ver anteriormente. ¿Por qué Kairi nos manda a trabajar en la balsa sin mover ni un solo dedo? Guapa, que tú también te vas a subir ahí, busca al menos una concha aunque sea. ¿Qué pasa con los padres de Sora? Nunca los hemos visto, pero podíamos escuchar a la madre diciéndole a Sora que vaya a cenar. Tu madre está esperando, eso si sigue viva, claro, PORQUE LA ISLA SE DESINTEGRA.
¿De verdad que en todas sus aventuras Sora no pregunta por sus padres? Ah, pero si hablamos de Kairi y Riku sí, ahí sí que preguntamos, y no una vez, sino miles. En fin, dejando a un lado todas mis incógnitas metafísicas, hoy os traigo algo bastante chachi (¿se sigue usando esta expresión?). Y es que han convertido Kingdom Hearts en un musical de lo más curioso...
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