El E3 está herido. Agoniza. Lo que un día fue la gran feria de los videojuegos está más muerta que viva. Es una pena. Recuerdo hace unos años la expectación que había por el E3. Ahora cada vez faltan más editoras y son sustituidas por otras, que con perdón, hacen unos espectáculos (si se les puede llamar así) aburridos, sin alma y que a todos nos gustaría evitar. Personalmente no aguanto otra conferencia más solo con entrevistas.
Gracias Xbox. Muchas gracias. Después de haber aguantado eventos soporíferos, ha sido Microsoft y Bethesda los que han arrojado algo de luz y esperanza, no solo sobre su marca, si no sobre la feria en general. Y lo admito, yo soy más azul que verde, pero lo bien que me lo pasé ayer viendo la conferencia me devolvió un poco a esa magia de antiguos E3. Desde aquí les aplaudo. Quizás todavía haya esperanza para la feria de Los Ángeles. Echo mucho de menos el gran hype de hace unos años atrás y, por el momento, ellos han sido los únicos que han conseguido hacerme vibrar.
Podría darle las gracias también a Nintendo. Todavía no hemos visto su conferencia, pero no me cabe duda de que también vamos a disfrutar, que coj**, es a lo que aquí venimos. Como en ese Nintendo Direct le de a Link, Bayonetta o Samus por aparecer, ya podremos abrir la botella de champagne.
Xbox, Bethesda y Nintendo se van a dar la mano para hacerle un boca-boca al E3. Pero la feria también necesita de PlayStation para volver a su plenitud. ¿Quizás el año que viene?
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