Qué contento estoy con lo que os voy a contar aquí, no os podéis hacer una idea. Ayer mismo Destiny 2 celebró un evento para revelar no solo su nueva expansión Lightfall, sino una serie de cambios a la experiencia básica del juego que, en mi opinión, van a convertirlo en algo mucho mejor de lo que ya es. Y, precisamente, lo que vengo a contaros aquí tiene que ver con esto último.
Siempre me he considerado un fan frustrado de Destiny 2 por un motivo concreto: he jugado unas 40 horas al título en un par de intentos diferentes, pero nunca he conseguido saber cómo continuar a partir del punto en el que está la primera barrera de niveles. A esto se suman que cada vez van metiendo más contenidos con el que el juego se ha convertido en un amalgama muy extraño para los que lo hemos jugado poco. Y no me quiero imaginar para los que lleguen de primera... pero esto va a cambiar pronto:
Esto ha hecho que tenga unas ganas locas de pillarme La Reina Bruja para ir calentando de camino a Ligthfall antes de llegar a ese momento en el que por fin comprenda cómo entrar de lleno a Destiny 2.
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