Es un hecho que los amantes de los videojuegos adoramos nuestras consolas. Es más, si pudiésemos, dormiríamos abrazados a ellas e incluso nos casaríamos. Ya me da igual si hablamos de una Nintendo Switch, de una PS5 o de una Xbox Series X, el hecho es que el amor que sentimos por ellas es el mismo, sin distinción y sin la guerra absurda que se ha creado con el paso del tiempo.
Y claro, dentro de ese amor ya entra el cuidarlas como si fueran joyas o, por qué no, el cambiarles el diseño por completo (si eres un manitas, claro). Pero esta vez voy a ir un paso más allá: ¿y si nos diera por convertir a nuestra consola en algo gigante? Sí, estoy hablando de una consola muy, muy grande, tanto que ni siquiera entraría por la puesta de nuestra habitación. A lo mejor creéis que he desayunado algo extraño, pero es que os estoy hablando de algo muy real.
¿Qué os ha parecido la consola? ¿A vosotros os gustaría tener así? Yo la veo y solo puedo pensar en el calor que daría una consola de ese tamaño encendida.
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