Menudo GOTY se nos ha echado encima. Quizás ya llevas un tiempo jugando aprovechando su acceso anticipado o, al igual que yo, acabas de adentrarte en el inframundo de Hades 2 por primera vez durante estos días con su lanzamiento oficial. Y una de las características que más me han sorprendido es un pequeñísimo cambio que, en realidad, transforma por completo la manera de afrontar todos los enfrentamientos. Y sí, dominarlo lo antes posible resulta imprescindible para avanzar hasta el final.
Es un sutil cambio que, metidos en faena, resulta mucho más relevante de lo que puede parecer a simple vista: Melinoe corre más que Zagreo. Pero no es que tenga más velocidad de movimiento como tal, de forma estándar, sino que dispone de un sprint que podemos activar de forma manual. Con el botón de esquiva, fiel amigo tanto en Hades como en Hades 2, podemos hacer una nueva virguería en la secuela: mantenerlo pulsado para tener más velocidad durante la carrera, hasta que lo soltamos.
Esto permite que podamos esquivar algunos ataques enemigos sin necesidad de volver a utilizar la esquiva, por ejemplo, o incluso para activar determinadas mejoras y habilidades que iremos encontrando a lo largo del camino. En las primeras partidas de Hades 2 me ha costado acostumbrarme, manteniendo la mentalidad del primer juego, porque no se debe controlar a Melinoe como si fuera Zagreo. Pero no, existe una diferencia abismal: es como jugar con un pícaro o con una hechicera en un action RPG como Diablo; hay un mundo de distancia y hay que comprenderlo.
Por tanto, he querido centrar esta pequeña reflexión en la diferencia sustancial que supone un pequeño cambio como el del sprint, para que todos nos demos cuenta de que Melinoe no tiene nada que ver con Zagreo, y salvo algunas builds concretas con ciertas armas, la manera de controlar a ambos personajes es muy diferente. Por mucho que hayas destrozado a todos los enemigos en Hades, vas a tener que acostumbrarte de nuevo a las peculiaridades de Hades 2, comenzando por estos sutiles cambios que varían los combates por completo.
También se deja notar en las posibilidades que otorgan las armas, mismamente. En Hades, Zagreo tiene dos tipos de ataques básicos , que luego podían combinarse, evidentemente, con una embestida y otras opciones, pero en Hades 2 las opciones se multiplican, literalmente, ya que cada arma cuenta con cuatro acciones básicas. En el primer juego utilizamos dos botones y sus combinaciones, más las habilidades adquiridas, mientras que en Hades 2 utilizamos los cuatro botones frontales más todas las combinaciones posibles, incluyendo esta velocidad de movimiento constante, por ejemplo.
Es parte de la grandeza del diseño de combate de Supergiant Games con ambos juegos, demostrando que Hades 2 no es sólo una secuela con más opciones, sino una evolución general. Las armas son más complejas, pero el combate sigue entendiéndose bien, al igual que las mejoras que obtenemos de los dioses. Melinoe tiene más posibilidades que Zagreo, pero también es distinta, y toca reiniciar la mente para sacar el máximo partido, sin que por ello el primer juego pierda su encanto particular. Me encanta.
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