Fuentes internas de GameStop, principalmente empleados de la cadena, han acudido a Kotaku para denunciar una situación que, hipotéticamente, llevan viviendo desde finales del 2016 y que se ha intensificado al entrar el presente 2017. Estaríamos hablando de un supuesto programa autodenominado el "Círculo de la Vida", ciclo elucubrado para lograr la perfecta vida útil de una adquisición: se compra, se usa, se vende para pagar una parte del siguiente artículo y así sucesivamente.
Esta práctica, en base a lo expuesto por estas personas que han decidido mantener el anonimato, consistiría en lo siguiente. Cada tienda GameStop cuenta con una cuota mensual mínima de reservas, tarjetas de subscripción, juegos usados e intercambio de títulos (como parte de un pago mayor) que debe ser cumplida por parte de sus empleados. En el caso de que estos no logren superar las ventas u objetivos prefijados para cada uno de estos apartados, bien podrían ser penalizados con una sanción o, directamente, ser despedidos. Aunque la tienda en concreto, gracias al resto de compañeros, logre superar los porcentajes mínimos.
Esta postura por parte de la multinacional implica dos hechos diferentes a quienes allí trabajan. El primero y más obvio es que los que están tras el mostrador sufren la presión de tener que cumplir los requisitos mínimos demandados para mantener sus puestos. Por otra parte, del lado que afecta a los compradores, puntualizar que en no pocas ocasiones se les aseguraría que no hay stock de un producto nuevo y precintado, en pos de que inviertan su dinero en alguna reserva o software de segunda mano, aumentando así el índice solicitado. De hecho, cuantos más títulos nuevos venda un tendero, mayor será el número de aquellos de segunda mano que deberá colocar para "equilibrar la balanza". Aunque principalmente esta vertiente se basa en los discos y cartuchos, tampoco deja indiferente a lo que respecta al hardware, impulsando a la adquisición de consolas ya utilizadas contra las empaquetadas.
Algunos de estos dependientes exponen casos notablemente destacados, como el martes de la semana pasada, día en el que se pusieron a la venta Kingdom Hearts HD 2.8 Final Chapter Prologue y Resident Evil 7. Partiendo de su testimonio, estos aseguraron a los clientes que no tenían copias nuevas y que lo único que podían hacer, en caso de desearlas, era reservarlas. Una forma de proceder que estiman ampliamente negativa, puesto que no consideran ético engañar a los compradores, pero en caso de no hacerlo tendrían que haber distribuido más ejemplares seminuevos a lo largo de la semana.
Por el momento, la red está empezando a encenderse por los comentarios de todos aquellos que aparentemente estarían sometidos a esta premisa. Situación que bajo su criterio es un sinsentido, puesto que opinan que los usuarios deberían adquirir lo que quisieran, no que sean inducidos a llevarse lo que GameStop crea que es oportuno dentro del Círculo de la Vida.
A pesar de que cada vez son más las voces que proclaman esta mala praxis en el hacer de la famosa cadena, consideramos oportuno poner bajo tela de juicio, al menos parcialmente, las opiniones vertidas por dichas fuentes internas. Lo que sí es cierto, es que los compradores habituales llevan tiempo quejándose de los problemas que implica el comprar algo que proceda directamente de la fábrica, por lo que tal situación no resultaría excesivamente descabellada. A veces, en casos como el de Nintendo Switch, resulta harto complicado hasta apartar un pedido.
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