Hogwarts Legacy: cómo completar la misión 'El lamento lunar del celador'

Os cuento en qué consiste esta tarea principal del juego y cómo se resuelve de forma rápida y sencilla


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Conforme vayáis avanzando en la historia principal de Hogwarts Legacy, os irán apareciendo tareas que tendréis que completar y que os explicarán algunos aspectos muy relevantes para la aventura. Aquella de la que quiero hablaros aquí recibe el nombre de El lamento lunar del celador y se corresponde con la misión principal del juego en la que aprenderemos a abrir puertas con candado. Vamos al lío.

Guía para completar la misión principal El lamento lunar del celador de Hogwarts Legacy

Ve a hablar con el celador Moon para que te explique en qué consiste un nuevo tipo de coleccionable que podrás conseguir en el juego. Se trata de las estatuas de unos búhos que solo podrás obtener de noche. Cuando hables con Moon y te explique toda la movida, te enseñará el hechizo Alohomora para desbloquear cerraduras.

Hechizo Alohomora de Hogwarts LegacyHechizo Alohomora de Hogwarts Legacy
  • El mecanismo de abrir cerraduras en Hogwarts Legacy es muy simple: tendrás que usar los dos joysticks del mando ✅
  • El izquierdo estará unido al primer engranaje de color verde 🟢
  • El derecho estará unido al segundo engranaje del color rojo 🔴
  • Deberás ir girando ambos poco a poco hasta que el engranaje de dicho color reaccione y empiece a moverse
  • Tendrás que aguantar unos segundos con la posición de los joysticks concreta para que la cerradura se abra

Una vez abras la puerta, tendrás que ir avanzando en sigilo usando el hechizo desilusionador para que no te detecten los preceptos. Sigue avanzando en la dirección en la que te indica el propio juego hasta llegar al primer búho, el cual está en el baño. El segundo lo encontrarás en la enfermería.

Una vez tengas los búhos y vuelvas a hablar de nuevo con el celador Moon, la misión habrá sido completada.

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Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.

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