Impresiones de Baldur's Gate 3: un título de rol en mayúsculas

Cuando uno piensa en el rol en su definición más puramente ortodoxa, con sus características principales, Baldur's Gate es una de las sagas que se vienen automáticamente a la cabeza. Si eso lo trasladamos a los tiempos más modernos, hay una compañía que ha llevado a la saga Divinity: Original Sin al máximo estrellato; no es otra que Larian Studios. Por eso, una mezcla entre ambas cosas sería como poco atractiva de ver y con el sueño cumplido, ya tenemos entre nosotros las primeras impresiones de Baldur's Gate 3.

No ha sido corta la espera teniendo en cuenta las diferentes trabas que se han puesto por delante, tales como retrasos y la incertidumbre de la espera. Con todo eso, Larian Studios ha decidido que lo mejor era sacar Baldur's Gate 3 en acceso anticipado permitiéndonos acceder a múltiples misiones, mazmorras, situaciones y horas de juego que nos han servido para traeros nuestra primera toma de contacto con el título.

El rol en su máxima intensidad

Existe un dato apreciable en el comienzo de Baldur's Gate 3 y no es otro que el de la similitud al anterior juego de Larian Studios. La forma de estar en un lugar combatiendo junto a compañeros que acabas de conocer y empezar la verdadera aventura teniendo que juntarte de nuevo con ellos, ya era algo que habían ejecutado en Divinity: Original Sin II; aunque todo parezca una mera coincidencia, es una declaración de intenciones de lo que Larian Studios quiere hacernos sentir con el juego. La compañía ejecuta esto como una forma de darnos la bienvenida a un nuevo título con toda su seña de identidad y, por supuesto, con cosas muy destacables que no tenía el título de 2017 y mucho menos las entregas de los Baldur's Gate añejos.

La sencillez de un minimapa, subidas de habilidades, un inventario, teclas de acceso rápido y demás aspectos totalmente comunes en los juegos de rol, hacen que acostumbrarse sea un paso tan sencillo como saber dónde se encuentra cada cosa. Esto sitúa un lugar perfecto para el jugador común de títulos de este género, pero tampoco se olvida de aquellos que puedan ser más inexpertos en la materia, los cuales aprenderán con una cómoda rapidez el noble de arte de cómo aplicar puntos de habilidad, ejecutar habilidades especiales y demás aspectos. De ahí solo quedaría la libertad de que cada uno eligiese cómo debería actuar cada uno de sus miembros del equipo.

Dicho aspecto de hacer sencilla la interfaz para todo tipo de jugadores nos lleva a algo que Larian Studios sabe hacer con una maestría absoluta: ejecutar la libertad de decisión. En Baldur's Gate 3 volveremos a una senda de combates por turnos en los que los personajes ejecutarán acciones y se moverán por el sistema de PA (puntos de acción).

Es aquí donde Baldur's Gate 3 saca uno de sus máximos beneficios. Si en un combate nos encontramos nuestro equipo principal con un grupo de bandidos, la estrategia a seguir puede ser rica y variada. En la decisión del jugador estará en intentar el combate a distancia, dormir a los enemigos, envenenarlos o jugar con el escenario a nuestro favor: disparar bidones de de aceite con el proyectil de fuego que lance un mago puede hacer que un combate cambie totalmente de bando, y lo mismo ocurre con el veneno o cualquier otro elemento que nos vayamos encontrando. De hecho, una de las habilidades que ahora podremos ejecutar consiste en imbuir nuestra arma con distintos elementos que nos encontremos en el escenario, produciendo daño de veneno o fuego entre muchos otros. También, como añadido, podremos empujar a nuestros enemigos, siendo bastante útil esta habilidad cuando queremos hacer que nuestros enemigos hagan puenting sin cuerda por un acantilado: ¿divertido, verdad?

Al igual que en sus anteriores títulos, Larian Studios ofrece en bandeja de plata una libertad sin igual, pero también la opción de hacer que el jugador sienta que está escribiendo su propio guion, haciendo de una batalla nimia para algunos jugadores, una batalla memorable para sí mismo. Es uno de los aspectos que siempre funcionan en un buen juego de rol y Larian Studios, volviendo a reinventar con ciertos añadidos el combate del juego, lo ha vuelto a ejecutar a las mil maravillas.

La libertad no tiene límites

La trama de Baldur's Gate 3 resulta interesante, engancha y absorbe desde el primer minuto. Con la premisa de ser secuestrados por los Azotadores de Mentes e infectados por un gusano que planea convertirnos en uno de ellos, nuestra aventura comenzará con la intención de buscar una cura a tan terrible maldición. Para evitar convertirnos en un monstruo con tentáculos, recorreremos los Reinos Olvidados cien años después de los acontecimientos originales que vivimos con personajes como Minsc y su inseparable Boo o Imoen.

Si bien la enorme sombra de los antiguos títulos se cierne sobre unos Larian Studios acostumbrados a ejecutar su mundo con sus propias normas y su infinita imaginativa, si alguien se tenía que encargar de una tercera parte de Baldur's Gate, eran ellos. Dicho reto ha dado el resultado de ofrecernos un título que si bien se asemeja mucho al mundo de Divinity: Original Sin, no se olvida de los elementos de la mítica saga.

Bien es cierto que tenemos un equipo en el cual se cuestionarán nuestras acciones, tendrán sus propios planes de futuro y nos ofrecerán conversaciones de lo más interesantes, pero hay un aspecto que hace especial ilusión a los jugadores de AD&D (Advanced Dungeons & Dragons) como son la tirada de dados. Esta tirada de dados se producirá de forma automática e invisible en momentos de combate, esquivar trampas y demás situaciones, pero en ciertas conversaciones nos surgirá la opción de superar pruebas de lanzamiento de dados en base a ciertas habilidades que tengamos.

Así pues, en el hipotético caso de encontrarnos con un personaje en apuros y que queramos ayudarlo con nuestra labia, deberemos superar una tirada de un dado de 20. Precioso detalle que emociona y sabe a generosidad por parte del equipo belga de Larian. Pero ahí no acaba todo, dado que si pensamos que esa persona puede ser testaruda y la conversación se puede tornar complicada, podremos lanzar un hechizo de sueño o cualquier otro tipo que nos ayude con nuestra tirada para confundir al personaje en sí y conseguir nuestro principal objetivo de superar la prueba. Las cartas están ofrecidas, solo hay que saber jugarlas.

Estas situaciones de elegir entre las múltiples opciones que nos da el juego hacen que sintamos que con cada paso que damos, nuestra aventura puede ser totalmente distinta a la de un amigo que está jugando también a Baldur's Gate 3. La libertad de decisión, el saber tratar con los personajes o tratarlos como basura inmunda, robarlos o asesinarlos, puede tener unas consecuencias terribles o beneficiosas. Cada toma de decisión puede llevarnos a tener problemas o a llevar ventaja sobre el resto de los mortales.

La sensación en estas horas jugadas a Baldur's Gate 3 es la de un título que resuelve perfectamente cualquier hilo suelto que quede pendiente de resolver en este aspecto. Hace todo con una magia supina, una dedicación excelente y un mundo que te atrapa, enamora y no te suelta en ningún momento ya sea por sus personajes, sus combates o su capacidad de sentir que estamos viviendo una vida paralela en un videojuego.

Aspectos técnicos por pulir

Si bien en lo jugable destaca constantemente y nos ofrece unas posibilidades enormes, el aspecto técnico es la gran asignatura pendiente que debe resolver Larian Studios. No han sido pocos los errores gráficos, crasheos y animaciones extrañas las que hemos encontrado en nuestra aventura y, pese a que algunas fueron solventadas con el último parche, todavía queda mucho camino por hacer.

Todo esto hay que tenerlo en cuenta dentro de que el título está en acceso anticipado y de que gracias a los comentarios de los usuarios podrán darse cuenta de todo aquello que está por pulir técnicamente.

Esto no son más que unas cuantas piedras sencillas de solventar en el pavimento, dado que más allá de los problemas, Baldur's Gate 3 goza de un estilo gráfico atractivo, con gran detalle en nuestros enemigos, en los personajes que nos encontramos y en momentos visuales como la ejecución de los hechizos o los ataques críticos, donde una animación dará la importancia a tal maravillosa o perjudicial tirada de dados.

Bienvenidos de nuevo al mejor rol de la industria

Hay personas a las que Baldur's Gate les marcó de una forma especial cuando lo jugaron allá por 1998 o más tarde. De igual manera, han sido muchos los que se han introducido con la saga en los juegos de rol y, si eso ocurrió en su día con aquel título de Bioware, ocurrió también con Divinity: Original Sin—especialmente con el segundo título—,donde muchos jugadores se montaron en el carro de este género tan especial.

Que se junte lo añejo y lo moderno de una forma tan bonita y bien hecha, solo supone aplaudir a Larian Studios por estar haciendo magia conforme pasen los años y seguir manteniendo viva la llama de un género que ha evolucionado y, en muchas ocasiones, ha perdido su verdadero significado con la mala utilización de su género.

Sea cual sea la historia que tienes con los juegos de rol, Baldur's Gate 3 es, por el momento, un título hecho con un mimo y una dedicación máxima que puede suponer tus primeros pasos en el género.

Posee sus fallos y no deberían ser sencillos de solucionar, pero no se puede negar que todo huele a nostalgia y a la vez a nuevo, que todo vuelve a tener el pálpito de ese corazón que está deseando sacar la tirada que lo salve de la pifia, que todo nos lleva a concepción de que el momento en el que salga fuera del acceso anticipado, podemos estar ante el juego del año.